El exmiembro del politburó del partido comunista chino negó las acusaciones de soborno en su contra en el inicio del explosivo juicio.
El político chino Bo Xilai, caído en desgracia por un escándalo de corrupción, negó ante el tribunal en el que se le juzga haber recibido soborno.
Bo, que estaba en la línea de sucesión para convertirse en uno de los altos líderes chinos, también es juzgado por corrupción y abuso de poder relacionado con el supuesto encubrimiento del asesinato de un hombre de negocios cometido por su esposa.
La audiencia del jueves estuvo enfocada primordialmente en las acusaciones de que Bo aceptó ilegalmente más de $4 millones de dólares en el curso de varios años. En particular, Bo rechazó las acusaciones de haber aceptado sobornos de parte de un urbanizador en la ciudad oriental de Dalian.
Documentos de la corte muestran que Bo, quien fungió como alcalde y jefe político en Dalian, se retractó de una confesión anterior sobre el soborno, diciendo que “su mente estaba en blanco” y que no comprendía completamente los cargos en su contra.
Bo también contradijo el testimonio del urbanizador Tan Xiaolin, a quien llamó “perro loco”, y afirmó que el urbanista trató de ponerle una trampa.
El juicio de este jueves es la primera vez que Bo, de 64 años, ha sido visto en público desde su arresto en marzo de 2012.
La cadena estatal CCTV reportó que el juicio que se lleva a cabo en Jinan, capital de la provincia oriental de Shandong, durará dos días y que se espera un veredicto a principios de septiembre.
Fred Wang, del servicio mandarín de la Voz de América, dijo que los periodistas en China tuvieron que esperar en sus salas de redacción porque no tuvieron acceso a la sala donde se realiza el juicio.
A pesar de la creciente apertura, hay pocas dudas entre los observadores que Bo será encontrado culpable. “Este no es un juicio en el que podamos preveer que Bo vaya a salir caminando libremente de la corte en Jinan”, dijo el exdiplomático británico y director del Centro de Estudios Chinos en la Universidad de Sidney, Kerry Brown.
“Simplemente no será así. Creo que todos sabemos que esto ya se ha decidido”, añadió Brown.
Bo, que estaba en la línea de sucesión para convertirse en uno de los altos líderes chinos, también es juzgado por corrupción y abuso de poder relacionado con el supuesto encubrimiento del asesinato de un hombre de negocios cometido por su esposa.
La audiencia del jueves estuvo enfocada primordialmente en las acusaciones de que Bo aceptó ilegalmente más de $4 millones de dólares en el curso de varios años. En particular, Bo rechazó las acusaciones de haber aceptado sobornos de parte de un urbanizador en la ciudad oriental de Dalian.
Documentos de la corte muestran que Bo, quien fungió como alcalde y jefe político en Dalian, se retractó de una confesión anterior sobre el soborno, diciendo que “su mente estaba en blanco” y que no comprendía completamente los cargos en su contra.
Bo también contradijo el testimonio del urbanizador Tan Xiaolin, a quien llamó “perro loco”, y afirmó que el urbanista trató de ponerle una trampa.
El juicio de este jueves es la primera vez que Bo, de 64 años, ha sido visto en público desde su arresto en marzo de 2012.
La cadena estatal CCTV reportó que el juicio que se lleva a cabo en Jinan, capital de la provincia oriental de Shandong, durará dos días y que se espera un veredicto a principios de septiembre.
Fred Wang, del servicio mandarín de la Voz de América, dijo que los periodistas en China tuvieron que esperar en sus salas de redacción porque no tuvieron acceso a la sala donde se realiza el juicio.
A pesar de la creciente apertura, hay pocas dudas entre los observadores que Bo será encontrado culpable. “Este no es un juicio en el que podamos preveer que Bo vaya a salir caminando libremente de la corte en Jinan”, dijo el exdiplomático británico y director del Centro de Estudios Chinos en la Universidad de Sidney, Kerry Brown.
“Simplemente no será así. Creo que todos sabemos que esto ya se ha decidido”, añadió Brown.