Una persona con diabetes tiene mayor riesgo de desarrollar muchas complicaciones, tales como problemas en la vista.
Un paciente con diabetes tiene un 40 por ciento más de probabilidades de tener glaucoma que las personas que no sufren diabetes, según la Asociación Estadounidense de Diabetes.
También tienen un 60 por ciento más de probabilidades de desarrollar cataratas.
Pero las alteraciones de la vista que más preocupan a los médicos por ser definitivas son las que ocurren a nivel de la retina, dijo el oftalmólogo Raúl Besio a voanoticias.com.
La retinopatía diabética –término que se utiliza para las afecciones de la retina provocadas por la diabetes- “se ha transformado en la causa de ceguera más importante en nuestro mundo entre las personas de 18 y 60 años de edad”, aseguró Besio.
Existen dos clases de retinopatía: no proliferativa y proliferativa. La primera es una afección leve y común que no requiere tratamiento, pero debe ser controlada por el oftalmólogo. Porque en algunos casos, puede evolucionar y transformarse en una afección más seria denominada retinopatía proliferativa, explica la Asociación Estadounidense de Diabetes.
“Hay varios factores que influyen en la posible manifestación de la retinopatía: el control del nivel de azúcar en la sangre, los niveles de presión arterial, el tiempo que lleva con diabetes y los genes”, según la asociación.
Por este motivo, el oftalmólogo Raúl Besio insiste: “Es muy importante el control ocular en un paciente con diabetes”.
La prevención es la mejor medida para evitar las complicaciones asociadas a la diabetes, aseguró.