En un país como Uruguay, que tiene 3,4 vacas por habitante, no es de extrañar que haya surgido una página de internet que remate ganado al mejor estilo eBay.
El emprendimiento, llamado Agroferia, comenzó hace seis meses y hasta el momento se vendieron 3.000 reses, dijo a voanoticias.com uno de los integrantes, Santiago Bordaberry.
“Es más de lo que habíamos pensado originalmente”, señaló. “Tuvimos suerte porque empezamos en un momento de buenos valores y fuimos aprendiendo”.
El procedimiento es sencillo: los usuarios interesados en comprar ganado se registran en la página web y una vez que reciben la autorización pueden participar de las subastas, que tienen día y hora de cierre. En estos remates online, los potenciales compradores consultan los precios y hacen sus ofertas en tiempo real. “El proceso es automático”, aseguró Bordaberry.
Al ganador se le envía una confirmación de la compra por correo electrónico, así como un reporte del remate con los datos de quiénes pujaron antes que él para asegurar la transparencia de la transacción, explicó.
Esta modalidad de rematar ganado por internet es única en Uruguay. Pero los creadores de Agroferia no son los únicos que hacen remates virtuales de ganado.
Las llamadas “ventas por pantalla”
Desde hace varios años, varios emprendimientos utilizan un ingenioso sistema de subasta llamado “venta por pantalla”, que mezcla la tradición con la tecnología. Y les va muy bien.
El precursor de los remates de ganado por pantalla es PlazaRural, que hizo su primera subasta en 2001, cuando el comercio de bovinos estaba paralizado en Uruguay por el virus de la aftosa y durante meses se prohibieron los remates tradicionales para evitar la concentración de reses.
“Como toda crisis nos ayudó a pensar y a decidirnos a hacer remates virtuales”, recordó José de Freitas Urioste, director de PlazaRural.
La subasta por pantalla funciona de la siguiente manera: primero, vendedores que quieren inscribir su ganado al remate se contactan con una de las 13 firmas que integran PlazaRural.
Una vez hecho eso, hay certificadores que van a los establecimientos a hacer una inspección del ganado, vendido por lote en los remates.
La inspección es muy minuciosa. Si hay animales que no son aptos para su venta los quitan del lote. Luego pesan los bovinos, examinan sus dientes, hacen un informe con todos sus datos, y un comentario donde opinan qué le ven de bueno y de malo al lote. “Si son terneros, evalúan si serán buenos novillos, si son vaquillonas, si serán buenas madres”, ejemplificó Urioste.
Las inspecciones son filmadas y los potenciales compradores pueden verlas en internet. También tienen acceso a toda la información recabada por los certificadores en un catálogo armado previo al remate. Vale destacar que sistemas similares de inspección son utilizados por otras empresas que hacen subastas virtuales, incluyendo Agroferia.
Finalmente, la subasta se hace desde el hotel Sheraton de Montevideo, capital de Uruguay, y se puede seguir en vivo desde el hotel, por internet o en 12 centros de venta en el interior del país que retransmiten el remate.
Los ofertantes hacen su puja de forma telefónica al Sheraton o a los centros de venta. Y los compradores son contactados por las firmas que integran PlazaRural para efectuar la transacción.
Para hacerse una idea de cuánto sale una vaca, Uriosite contó que en el último remate el peso promedio de un ternero de 200 kilos fue de $ 356 dólares y el de una vaca preñada de $ 434 dólares.
¿Por qué prefieren que la puja se haga de forma telefónica y no por internet? “Uruguay es un país un poco lento para los cambios y la idiosincrasia de los productores es otra”, explicó Urioste. “Entendimos que la tecnología ayuda pero es importante que los cambios se hagan a favor de la comercialización y que no nos termine ahogando”.
Su sistema funciona y muy bien. “PlazaRural es un líder indiscutible del mercado”, aseguró el director. “Desde que comenzamos con esto llevamos más de 1.6 millones de vacunos vendidos en 91 remates”.
Beneficios para todos
Las ventas por pantalla o por internet, en el caso de Agroferia, facilitan el proceso de venta. Antes que trasladar el ganado a los llamados ‘locales feria’ y estar horas haciendo pujas, los uruguayos sólo tienen que discar un número de teléfono o hacer “click” para tener su vaca.
Los vendedores también se ven beneficiados, porque ahorran en los costos de traslado. Y los rematadores pueden cobrar comisiones más bajas porque el ganado se vende en mayor volumen.
Todos salen ganando. Incluso la vaca, que puede quedarse pastando en el campo mientras pelean por ella.