Estados Unidos y Corea del Sur acordaron el jueves que adoptarán rápidamente "medidas punitivas" contra Corea del Norte en caso de que lleve a cabo una provocación adicional, aunque Washington sugirió que las sanciones y la presión diplomática son su prioridad por ahora.
"Ambas partes se comprometieron a que, en el caso de una provocación estratégica adicional por parte de Corea del Norte, se adoptarán rápidamente medidas punitivas que incluirán una nueva resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas" que sea insoportable para Pyongyang, dijo la oficina presidencial de Corea del Sur luego de que su asesor de seguridad nacional, Kim Kwan- jin, sostuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, H. R. McMaster.
El anuncio del acuerdo tuvo lugar un día después que el equipo de seguridad del gobierno de Donald Trump puso al tanto a los 100 senadores estadounidenses de lo que se calificó como “una amplia gama de opciones para remover la grave amenaza de Corea del Norte”.
Después de semanas de amenazas militares, el comunicado conjunto de los directores de agencias que participaron en la reunión señaló que la estrategia de Trump "tiene como fin presionar a Corea del Norte para que desmantele sus programas nuclear, de misiles balísticos y de proliferación de armas a través de sanciones económicas más estrictas y de la búsqueda de medidas diplomáticas con nuestros aliados y asociados regionales". No menciona específicamente opciones militares, aunque el documento indicó que Estados Unidos se defenderá y defenderá a sus amigos.
Mientras tanto, Corea del Sur dijo que el despliegue de un sistema estadounidense de defensa antimisiles está avanzando de manera efectiva, pese unas protestas locales y a la oposición de China.
La amenaza nuclear y de misiles de Corea del Norte es quizás el reto de seguridad más serio que enfrenta el presidente estadounidense, Donald Trump. Él ha prometido que impedirá que Pyongyang pueda atacar a su país con un misil nuclear.
El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, el secretario de Defensa Jim Mattis, y el director de Inteligencia Nacional Dan Coats, han descrito a Corea del Norte como "una amenaza urgente a la seguridad nacional y la principal prioridad de política exterior".
La señal de que Estados Unidos tiene la disposición de agotar las vías no militares viene en momentos en que un grupo de ataque liderado por el portaaviones USS Carl Vinson se acerca a aguas de la península coreana, donde se unirá al submarino nuclear USS Michigan.
Corea del Norte dice que necesita desarrollar armas para defenderse y se ha comprometido a atacar a Estados Unidos y sus aliados asiáticos a la primera señal de agresión en su contra.