La crisis económica ha provocado que algunos niños y adolescentes hagan trabajos informales para aumentar los ingresos familiares.
Jhon trabaja cuidando autos y ofreciendo espacios para estacionar en una zona de restaurantes en el este de Caracas. Lo hace desde la 1 de la tarde hasta 9 de la noche, y según sus cálculos, percibe alrededor de 5 dólares por jornada los días más movidos.
El monto es casi lo que un venezolano con salario mínimo gana en un mes. "Hay que hacerlo pues, porque si uno no lo hace, llegan los demás a ensuciarle la mente a uno, a querer robar y uno prefiere parquear carro”, explica el joven de 17 años.
John comenzó a trabajar hace cinco años, al notar que su abuela, quien está a cargo de él y sus hermanos, ya no podía con los gastos. Por ello, abandonó los estudiospara salir a la calle y trabajar.
La defensora de los derechos infantiles, Gloriana Faría, explica que la legislación venezolana permite el trabajo de niños y adolescentes mientras haya un equilibrio entre recreación y educación, además de contar con supervisión de los padres, pero advierte, no es lo que ocurre en la mayoría de los casos.