La masacre de San Fernando, México, puede volver a ocurrir.
Este fue el mensaje de activistas de Derechos Humanos y periodistas sobre los peligros que corren migrantes en su travesía por México, recordando el crimen de hace cuatro años, cuando fueron asesinados 72 individuos en el norteño pueblo de San Fernando.
“A cuatro años de esta masacre no hemos aprendido" y "las cosas van empeorando", alertó el mexicano Alejandro Solalinde, un reconocido sacerdote y activista defensor de los emigrantes, durante una conferencia de prensa en la que organizaciones civiles hicieron un balance de lo ocurrido desde la matanza.
Entre el 22 y 23 de agosto de 2010, 72 migrantes indocumentados de El Salvador, Honduras, Guatemala, Ecuador y Brasil fueron asesinados en un rancho de San Fernando, a 160 km de la frontera con EE.UU., supuestamente por negarse a trabajar para el cartel de Los Zetas, que los había secuestrado en algún punto de su ruta clandestina a Estados Unidos.
Desde entonces no han mejorado las condiciones de seguridad de las decenas de miles de migrantes, especialmente centroamericanos, que cada año tratan de cruzar el vasto territorio mexicano, muchos de los cuales son detenidos por las autoridades o asaltados por el crimen organizado.
"El gran problema es que todo está puesto para que esto vuelva a ocurrir", dijo Óscar Martínez, un periodista salvadoreño especializado en la migración regional.
Con matanzas, secuestros y agresiones, Los Zetas han logrado tener el control de la ruta por la que los migrantes transitan rumbo al norte, según Martínez.
Los activistas también criticaron las políticas del gobierno mexicano para enfrentar la actual emergencia por el incremento de la migración de menores de edad así como su declarada intención de impedir que los indocumentados utilicen el tren de carga mexicano conocido como 'La Bestia' para avanzar hacia el norte.
Para Martínez, los integrantes del crimen organizado enviarán un mensaje violento cuando vean que los migrantes siguen nuevas rutas ante el impedimento de subir a 'La Bestia', al mismo tiempo que quedarán vulnerables ante otras organizaciones criminales.
"Lo peor está por venir, podemos esperar un estallido en Centroamérica, muy posiblemente en El Salvador y seguro en Honduras", dijo Solalinde, que dirige el albergue Hermanos en el Camino, en la región de Oaxaca (sur), uno de los puntos más peligrosos de la ruta de 'La Bestia'.