Cuatro mujeres periodistas han recibido el Premio Valentía que otorga la Fundación Internacional de Mujeres en Medios de Comunicación para reconocer su valentía para enfrentar intimidación, amenazas y violencia.
Las galardonadas son Claudia Julieta Duque, una reportera investigadora de radio en Colombia secuestrada en dos ocasiones y amenazada en varias más; Tsering Woeser, escritora y poetisa tibetana; y la periodista independiente Vicky Ntetema, quien investigó encubierta la matanza de albinos en Tanzania, recibieron el Premio Valentía en el Periodismo de 2010.
El grupo también entregó su Premio a la Trayectoria Profesional a la mexicana Alma Guillermoprieto, una de dos periodistas que dieron a conocer una de las peores masacres en la historia moderna de Latinoamérica: la matanza de 800 mujeres, hombres y niños salvadoreños a manos de soldados entrenados por Estados Unidos.
Duque, una de las premiadas, cuenta que fue asaltada y secuestrada en julio de 2001, cuando comenzaba con su investigación sobre el asesinato del humorista político y periodista Jaime Garzón ocurrido en 1999.
Sus secuestradores le advirtieron que abandonara su investigación, pero ella se negó. En 2004 confirmó sus sospechas de que la policía secreta de Colombia había manipulado las pruebas relacionadas con el asesinato de Garzón.
Como resultado de este incidente y de las amenazas constantes contra su vida –recibió hasta 70 llamadas al día– se vio obligada a salir de Colombia en tres ocasiones.
En diciembre de 2009 descubrió un memorando que confirmaba que las amenazas, entre ellas una indicaba la orden de asesinar, violar y torturar a su hija, entonces de 10 años de edad, fueron efectuadas por la policía secreta, que reportaba directamente al presidente Alvaro Uribe.
Lucha continua
Durante la ceremonia, Duque anunció que como víctima luchará hasta el último día de su vida por la justicia real. Aunque también advirtió que eso sólo será posible cuando el ex presidente Alvaro Uribe sea condenado por la persecución ilegal que dirigió contra más de 300 personas en Colombia.
La periodista recordó que en 2004 su hija pidió "una vida normal" como regalo de Navidad. En la actualidad, sin embargo, todavía siguen lejos de una vida normal pues ella continúa con su labor periodística "en circunstancias extremas".
Por su parte, Guillermoprieto instó a la audiencia que leyera un informe de la Comisión para la Protección de los Periodistas donde se narra la manera de cómo los traficantes de drogas han tomado el control de ciudades fronterizas mexicanas como Reynosa.
Ese control ha llegado a tal extremo que los periodistas han sido "aterrorizados hasta su sumisión absoluta", explica, y por ello ya no informan sobre las acciones de violencia y las matanzas.