El gobierno cubano insiste en que el brote epidémico está bajo control aunque periodistas independientes dicen que las autoridades ocultan el número real de enfermos y fallecidos.
Las autoridades sanitarias de Cuba negaron este sábado que la epidemia de cólera originada en el oriente de la isla haya provocado más muertes aunque admiten que existen casos aislados en el resto del país. La cifra inicial ofrecida el pasado tres de julio fue de tres fallecidos.
Una segunda nota del Ministerio de Salud Pública aparece este sábado en el diario "Granma", donde indica un incremento de los casos a 158, un considerable aumento en comparación con los 53 que informaron hace dos semanas.
Hasta la fecha la cifra de fallecidos por la enfermedad se mantiene en tres adultos, al tiempo que confirmaron el tipo de cólera con la presencia de la cepa Vibrio Cholerae O1 Tor enterotoxigénico, serotipo Ogawa.
El gobierno de La Habana considera que las medidas tomadas posibilitan que el brote epidémico de transmisión hídrica se encuentre disminuyendo, sin ofrecer señales de propagación de la enfermedad por alimentos u otra vía.
A 12 días de reconocer la existencia del cólera y la muerte de tres personas, las autoridades sostienen que esa es la cifra de fallecidos y piden a la población que redoble los esfuerzos para mantener la higiene.
"Se han diagnosticado casos aislados en otras regiones del país, de personas que se infectaron en Manzanillo, siendo tratados y estudiados oportunamente, no existiendo diseminación de este brote epidémico", detalla el anuncio oficial.
Según la opositora Marta Beatriz Roque Cabello, las autoridades cubanas clasificaron de "deficientes" las condiciones sanitarias en el municipio de Manzanillo, en la provincia de Granma y también criticaron a los opositores políticos, a quienes acusan de dar información exagerada sobre el cólera en la isla.
Periodistas independientes, quienes primero informaron sobre los casos de cólera en la isla, afirman que la cifra de fallecidos y de casos en superior, y que las zonas afectadas son mayores.
La prensa oficialista por el contrario, relega el tema a segundas páginas en sus diarios, se niegan los funcionarios a ofrecer declaraciones a la prensa extranjera e intentan presentar la preocupación por el tema como parte de lo que llaman "guerra mediática".
Una segunda nota del Ministerio de Salud Pública aparece este sábado en el diario "Granma", donde indica un incremento de los casos a 158, un considerable aumento en comparación con los 53 que informaron hace dos semanas.
Hasta la fecha la cifra de fallecidos por la enfermedad se mantiene en tres adultos, al tiempo que confirmaron el tipo de cólera con la presencia de la cepa Vibrio Cholerae O1 Tor enterotoxigénico, serotipo Ogawa.
El gobierno de La Habana considera que las medidas tomadas posibilitan que el brote epidémico de transmisión hídrica se encuentre disminuyendo, sin ofrecer señales de propagación de la enfermedad por alimentos u otra vía.
A 12 días de reconocer la existencia del cólera y la muerte de tres personas, las autoridades sostienen que esa es la cifra de fallecidos y piden a la población que redoble los esfuerzos para mantener la higiene.
"Se han diagnosticado casos aislados en otras regiones del país, de personas que se infectaron en Manzanillo, siendo tratados y estudiados oportunamente, no existiendo diseminación de este brote epidémico", detalla el anuncio oficial.
Según la opositora Marta Beatriz Roque Cabello, las autoridades cubanas clasificaron de "deficientes" las condiciones sanitarias en el municipio de Manzanillo, en la provincia de Granma y también criticaron a los opositores políticos, a quienes acusan de dar información exagerada sobre el cólera en la isla.
Periodistas independientes, quienes primero informaron sobre los casos de cólera en la isla, afirman que la cifra de fallecidos y de casos en superior, y que las zonas afectadas son mayores.
La prensa oficialista por el contrario, relega el tema a segundas páginas en sus diarios, se niegan los funcionarios a ofrecer declaraciones a la prensa extranjera e intentan presentar la preocupación por el tema como parte de lo que llaman "guerra mediática".