En Venezuela, el sector educativo ha sido uno de los más golpeados por la constante devaluación de la moneda oficial: el bolívar, y también por los bajos salarios. No en vano han emprendido una serie de protestas de calle que se han extendido durante varios años sin que aún hayan logrado un acuerdo con el Ministerio de Educación. Las últimas, este mismo lunes.
Dentro de este gremio, los docentes jubilados están entre los más afectados por la situación, la cual ha empeorado durante los últimos tres meses con el alza del dólar oficial y el dólar negro.
Actualmente, los docentes activos venezolanos perciben salarios que van entre los 17 y 23 dólares, de acuerdo con la tasa oficial. Sin embargo, el panorama de los jubilados es mucho más dramático, porque sus sueldos van desde los 6 hasta los 40 dólares, de acuerdo con su posición en la escala educativa al momento de retirarse de la docencia.
Estos salarios, según ellos mismos han denunciado, no les permiten cubrir sus necesidades básicas, como la alimentación y el pago de servicios. Es por ello que han optado por retornar a las aulas para impartir clases o dedicarse a otras labores que les permitan tener más ingresos.
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La protesta ha sido otra forma de lucha de los educadores activos y jubilados, quienes en los últimos años han salido frecuentemente a las calles para exigir al Gobierno nacional un aumento nacional y la discusión de un nuevo contrato colectivo.
Luis López es uno de estos casos. El docente trabajó durante 25 años en el Liceo Froilan Noriega (en el sector Tacagua Vieja, en la autopista Caracas-La Guaira), pero en 2014 decidió jubilarse.
López cuenta a la Voz de América que al momento de retirarse lo que percibía le permitía cubrir las necesidades básicas y le sobraba dinero, pero con el tiempo el panorama fue cambiando. Actualmente recibe como jubilado alrededor de 40 dólares mensuales, los cuales solo le alcanzan para cubrir la compra de alimentos por tres días.
El profesional tomó la decisión de dedicarse a otra labor tiempo después. Luis relata que encontró en la Comunicación Social una nueva oportunidad, la cual obtuvo gracias a que se formó como periodista cuando aún era docente activo.
Ahora trabaja en un portal de noticias y gana salario mínimo más un bono fijo de 70 dólares mensuales. Es decir, casi el doble de lo que recibe como docente jubilado.
“También tengo un programa de radio desde hace 15 años, coordino una serie de cursos artesanales y bueno, buscando aquí y allá para paliar la situación. Lo cierto es que a mis 62 años parezco de 30 por la cantidad de actividades que me toca hacer”, dice el docente.
También lea Venezuela sin maestros: casi la mitad de los docentes ha abandonado la profesiónSin embargo, no todos los docentes jubilados han tenido la oportunidad de estudiar otra carrera para tratar de obtener más ingresos. Raquel Figueroa, docente y coordinadora nacional de la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), comenta a la VOA que conoce de casos de docentes jubilados que ahora se dedican a la economía informal o a la limpieza de casas para poder cubrir gastos.
Belkis Bolívar es docente jubilada con 33 años de servicio. Actualmente recibe un salario de 40 dólares, una cantidad insuficiente para cubrir sus necesidades y las de su madre de 85 años, quien es paciente cardiovascular y requiere de una serie de medicamentos, al igual que ella, que es hipertensa.
Debido a esta situación, Bolívar ha tenido que cocinar y vender comida por encargo para obtener dinero extra. No obstante, según comenta, pese a las labores que hace hay oportunidades en las que el dinero sigue siendo insuficiente.
“En lugar de quedarme en mi casa disfrutando de mi pensión, pues le di 33 años de servicio al sistema educativo, debo incursionar en otros oficios para cubrir los tratamientos médicos, los alimentos, el pago de servicios y los pasajes”, explicó.
También lea Las loncheras: ¿Cómo los padres sortean la inflación y la falta de comedores escolares en Venezuela?Hay otros docentes jubilados que han intentado volver a dar clases. La propia ministra para la Educación, Yelitze Santaella, hizo un llamado en enero de 2022 para que los jubilados que quisieran regresar a las aulas pudieran ser reincorporados a través de contrataciones.
A finales de 2022, Víctor Ochoa, de 55 años, quería volver, pero desde la cartera de Educación le explicaron que debía renunciar al sueldo de su jubilación para reincorporarse, algo que según dice él no es viable porque quedará prácticamente en la misma situación.
“Ya estoy evaluando buscar trabajo en otras áreas porque con la educación uno no puede vivir”, reconoce.
Las condiciones de vida de un jubilado docente son paupérrimas
Los docentes iniciaron este año 2023 con protestas en Caracas y el resto del país para exigir al gobierno nacional un aumento salarial acorde con la realidad económica, así como la discusión de un nuevo contrato colectivo. El gremio se ha concentrado en plazas, avenidas y principalmente en la sede del Ministerio de Educación, donde han denunciado las deplorables condiciones que viven debido a sus sueldos.
Parte del gremio, como la Federación Venezolana de Maestros, han afirmado que el Estado venezolano debe establecer los salarios de los educadores por encima de los 1.000 dólares mensuales, esto debido a la inflación, la cual se situó en diciembre de 2022 en 37,2 %, la más alta en los últimos 20 meses de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
Para Raquel Figueroa, docente y coordinadora nacional de la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), los jubilados son los más afectados con la situación que vive el sector educativo.
“El jubilado está afectado el doble, en primer lugar porque sus prestaciones sociales la llevaron a pan y agua, fueron pulverizadas. Lo que han recibido desde 2016 hasta acá no es nada. En segundo lugar, porque el jubilado solo percibe la asignación que le da el Estado por haber cumplido en el Ministerio de Educación y esa asignación no llega ni a 50 dólares mensuales, y eso para los de mayor nivel en la escala, hay jubilados inclusive por debajo del salario mínimo. También está la situación de las medicinas, no hay ningún servicio que lo cubra. Las condiciones de vida de un jubilado docente son paupérrimas”, sostiene Figueroa.
Figueroa dice que en líneas generales, en Venezuela hay un “desplome de la educación como derecho humano”. Es por ello que a inicios de este 2023 el sector educativo volvió a las calles para exigir sus derechos.
“Este año inició con una crisis educativa y se va a agudizar porque si no se resuelve el restablecimiento del valor salario de los docentes aquí la educación no va a ser un factor de movilización social, al contrario, vamos a quedar sin de la docencia y esto conlleva a una educación pobre sin calidad y que no satisface el derecho que está contemplado en la Constitución.
Marchas opuestas
La coordinadora de UDSE le pidió al gobierno nacional cumplir con lo que dicta la Constitución y brindarle al educador salarios dignos. Asegura que el sector educativo continuará manifestando en las calles, incluso evalúan ir a un paro de actividades si sigue sin haber respuestas por parte de las autoridades.
Sin embargo, desde el gobierno nacional la respuesta fue una marcha de educadores que se realizó en Caracas el sábado 14 de enero, con el objetivo de mostrar el respaldo del sector educativo a Nicolás Maduro y también expresar su negativa ante la posibilidad de que haya un paro de actividades.
La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez asistió a la manifestación y agradeció el respaldo de los docentes, además volvió a culpar al supuesto bloqueo económico de Estados Unidos de la situación de los maestros.
También lea "Vivimos de la caridad": profesores venezolanos relatan su precaria situaciónAseguró que Venezuela ha perdido 634.000 millones de dólares por las sanciones y que diariamente siguen perdiendo millones de dólares que podrían ir dirigidos a los trabajadores.
“Cada divisa, cada dólar, cada euro que ingresó a las arcas de la República fue para los trabajadores, se fue a los bonos Patria”, agregó Delcy a los educadores que asistieron a la marcha.
Sin embargo, desde el otro lado del sector educativo continúan firmes con sus exigencias hasta que se les den respuestas efectivas. “Lo que le pedimos al gobierno es que cumpla con su deber tal y como está contemplado en el artículo 102 y 104 de la Constitución. El docente es una pieza fundamental para el desarrollo de una nación. Restablezcan el valor del salario, la seguridad social, la firma de una convención colectiva. Restablezcan nuestros derechos”, concluye.
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