El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, autorizó el despliegue de tropas en la frontera de EE. UU. con México, dijeron el viernes funcionarios, reforzando la batalla del presidente Donald Trump contra una caravana de migrantes centroamericanos que intenta llegar al país.
El Pentágono no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios. Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que la autorización de Mattis no incluía un número específico de tropas, algo que se determinaría en un momento posterior.
El informe llega tras la amenaza de Trump de 'apretar la mano' en relación con el tema migratorio, justo cuando circulan versiones de que estaría considerando medidas ejecutivas que impidan la entrada al país de la caravana de miles de migrantes centroamericanos y negarles el asilo.
Por su parte, el secretario de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, dijo el viernes que "todo está sobre la mesa", ya que la administración consideró nuevas medidas para reprimir la inmigración en la frontera entre Estados Unidos y México y enviar un mensaje de que una caravana de migrantes que se dirige a los Estados Unidos no será bienvenida.
Nielsen se refirió a los esfuerzos de la administración Trump para fortalecer la frontera mientras se encontraba junto a una cerca de 30 pies recién construida en California. Antes de hablar, dos trabajadores con máscaras de soldadura colocaron una placa en la barrera con los nombres del presidente Donald Trump y varios funcionarios de alto rango para conmemorar lo que el gobierno llama la finalización de la primera fase de su muro fronterizo.
El viaje de Nielsen a la frontera se produjo después de que el Pentágono aprobara una solicitud de tropas adicionales en la frontera sur, con un total estimado de al menos 800 y posiblemente más de 1.000.
Medios como The New York Times y The Washington Post, -que citaron fuentes familiarizadas con el supuesto plan de Trump-, dijeron el viernes que la eventual propuesta equivaldría al uso generalizado del poder presidencial para fortalecer la frontera e imponer agresivas restricciones migratorias.
"Estados Unidos ha estado gastando miles de millones de dólares al año en inmigración ilegal. Esto no continuará. Los demócratas deben darnos los votos para aprobar leyes firmes (pero justas). Si no, nos veremos obligados a jugar una mano mucho más dura", advirtió Trump el viernes en Twitter.
De concretarse, sería la más dura señal hasta ahora en su discurso antiinmigrante, en momentos en que hace campaña junto a su partido republicano para mantener el control del Congreso de cara a las inminentes elecciones de medio término el próximo 6 de noviembre.
También se trataría de la medida más drástica en medio de otras concretadas y anuncios aparecidos en días recientes.
El jueves, por ejemplo, el Departamento de Seguridad Nacional pidió al Pentágono que envíe fuerzas a la frontera sur con México. Funcionarios dijeron a Reuters bajo condición de anonimato que se trataría del despliegue de entre 800 y 1.000 soldados.
Se espera que el secretario de Defensa, Jim Mattis, firme una orden y despliegue a los efectivos a la frontera, para que apoyen a las fuerzas de la Guardia Nacional que ya están ahí.
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El reporte de The New York Times dijo que la Casa Blanca no había respondido a las solicitudes de comentarios sobre el plan de acción ejecutiva en la frontera.
El diario The Washington Post dijo el jueves que de acuerdo con un borrador al que tuvo acceso, el gobierno argumenta que Trump puede usar su autoridad en virtud del Artículo 212 (f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
En ese caso, dice el diario, el presidente puede declarar que ciertos inmigrantes no son elegibles para el asilo porque "sería contrario a el interés nacional" y "en detrimento de los intereses de EE.UU."
El Post explicó que varios funcionarios de la administración advirtieron que la propuesta aún no se ha finalizado y es una de varias medidas que se están considerando para hacer frente a lo que Trump cataloga de "amenaza".
Un funcionario de la Casa Blanca, que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a discutir temas internos delicados, dijo al medio estadounidense que la administración está considerando una amplia gama de opciones legales, administrativas y legislativas.
"No se han tomado decisiones en este momento", dijo el funcionario. "Tampoco predeciremos a los contrabandistas o caravanas qué estrategias precisas se desplegarán o no", indicó la fuente.
Al ser consultado otro funcionario dijo que todas las opciones "están sobre la mesa".
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Pero la caravana avanza
Mientras tanto, la extensa caravana de migrantes que busca llegar a EE.UU. se puso nuevamente en marcha el jueves, formando una columna de más de kilómetro y medio de largo saliendo de Mapastepec, ciudad en el sur de México.
Muchos fueron asistidos por habitantes del municipio de unas 45.000 personas, donde se unieron a iglesias y voluntarios para ofrecer algunos medicamentos, alimentos y ropa.
La caravana creció dramáticamente poco después de cruzar la frontera, el 19 de octubre, pero poco a poco, la enfermedad, el miedo y el acoso policial la ha ido reduciendo de 7 mil migrantes a entre 4.000 y 5.000.
El jueves la caravana había ingresado por el extremo sur de México y avanzó unos 150 kilómetros (95 millas) de los más de 1.600 km que hay hasta la frontera con EE.UU.