Otros dos disidentes cubanos podrían quedar libres en las próximas horas, tras el anuncio que realizó la Iglesia Católica sobre los presos de conciencia Ángel Moya y Guido Sigler.
El primero de ellos estaría autorizado además a permanecer en el país.
Los liberados estaban entre los 11 opositores pacíficos que quedaban en prisión tras el acuerdo impulsado por el gobierno español y la iglesia católica para la liberación de los presos del Grupo de los 75.
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Moya fue condenado a 20 años de prisión y Sigler a 25 en 2003 en el marco de una redada en la cual se arrestó y llevó ante los tribunales a 75 disidentes acusándolos de recibir dinero y orientaciones de Estados Unidos y otros grupos anticastristas para destruir a la revolución
"Estoy contenta. Fue una buena noticia pero no completa por este cuentagotas que tiene el gobierno" para dejar en libertad a los disidentes, expresó en conversación telefónica Bertha Soler, esposa de Moya.
El convenio establecía que los excarcelados debían viajar a España, sin embargo, estos últimos 11 presos se resistían a cumplir con la condición de abandonar Cuba, lo que retrasó las liberaciones e impuso a su vez una nueva negociación.
El acuerdo ha sacado de prisión a 41 opositores, mientras que los otros nueve cumplen condenas de entre 6 y 28 años a raíz del proceso conocido como 'Primavera Negra'.
"Yo quiero a mi hombre en casa pero los demás también tienen que salir de la cárcel. Hay varios que están muy enfermos", dijo Soler, representante de las Damas de Blanco, organización que ha sido fuertemente acosada por parte de partidarios del gobierno, lo que provocó críticas internacionales y llevó a la Iglesia Católica a interceder por ellas ante las autoridades de la isla.