La enfermera Amber Vinson, la segunda trabajadora de la salud que contrajo el virus del ébola cuando participó en la atención del liberiano Thomas Duncan en Dallas, fue dada de alta este martes.
Al salir del hospital de la Universidad Emory, Vinson dijo que "estoy muy agradecida de estar bien y quiero agradecer a Dios. Mientras la atención de médicos y enfermeras me ayudaron a recuperarme, fue el amor de Dios que me instó a salir de esta enfermedad".
Vinson agradeció también a su familia y a los doctores que donaron plasma para que ella se recuperara.
"Mientras este es un día de celebración, espero que no perdamos de vista a todas las familias que siguen siendo afectadas por esta enfermedad en África", agregó Vinson.
"Como anfermera que ahora sabe cómo es ser atendida por esta enfermedad, estoy muy agradecida por la atención que se me entregó", añadió.
El caso de Vinson puso en evidencia la falta de normas para monitorear a los trabajadores de salud que han estado en contacto con enfermos de ébola, cuando viajó de Dallas a Cleveland y regresó un día antes de dar positivo al virus a principios de octubre.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reconocieron que su centro de respuesta a emergencias dio permiso a Vinson de viajar luego de reportar que tenía fiebre.
Funcionarios del hopsital universitario dijeron que habían aprendido bastante del virus al atender el caso de Vinson.
Los médicos no pudieron detectar el virus del ébola en su sangre solo nueve días después de haber sido diagnosticada con la infección.
Vinson fue tratada inicialmente en el Hospital Presbiteriano de Dallas, pero luego fue trasladada al hospital de la Universidad Emory en Atlanta, un centro especializado en el tratamiento de enfermedades infecciosas.
Hasta ahora, el único paciente con ébola tratado en Estados Unidos que ha fallecido ha sido Duncan. Otros seis pacientes se han recuperado. En países como Liberia, Sierra Leona y Guinea la tasa de mortalidad es 70%, según la OMS.