G-20 comprometidos con la creación de empleos

Los líderes del G-20 también parecen tener la intención de aprobar texto que mencione específicamente el enfoque la creación de empleo.

Se espera que la declaración de Los Cabos contenga un compromiso por impulsar el crecimiento, la creación de empleos y el rescate de la economía española.
Los líderes de las principales economías del mundo esperan firmar este martes 19 de junio de 2012 un compromiso para impulsar el crecimiento y crear empleos para apuntalar la frágil economía mundial, según un borrador de la declaración que se publicará al final del encuentro anual del Grupo de los 20.

Todavía está por verse si las palabras tranquilizadoras calmarán a los mercados, cuyo duro juicio sobre la respuesta oficial a la crisis parece estar empujando a Europa a una catástrofe más profunda cada día.

La declaración parece llevar la intención de aliviar la crisis española en particular, al asegurar a los inversionistas que el Tesoro de España no va a terminar comiéndose los costos del rescate.

"Miembros de la zona euro del G-20 tomarán todas las medidas de política necesarias para salvaguardar la integridad y estabilidad de la zona... y romper el ciclo de retroalimentación entre los soberanos y los bancos", dice la declaración.

La delegación española en la cumbre en Los Cabos lamentó el aumento en los costos de financiamiento de su país y opinó que la reacción del mercado no correspondía a la realidad de la fortaleza de la economía de España.

Los líderes del G-20 también parecen tener la intención de aprobar texto que mencione específicamente el enfoque la creación de empleo, inclusive a través del gasto público, en lugar de recortes presupuestarios y medidas de austeridad impulsados sobre todo por la canciller alemana Angela Merkel.

Y señala a China y Arabia Saudí por compromisos específicos con el bienestar de la economía mundial. Elogia la promesa saudí de evitar que los precios del petróleo suban demasiado al controlar la producción de sus enormes reservas, y alaba a China por la promesa de abandonar las políticas que mantienen su moneda artificialmente baja, lo que da a las exportaciones chinas una ventaja de precio en los mercados mundiales.