El veterano periodista Bob Woodward y la Casa Blanca se han enfrascado en una disputa sobre el autor de la propuesta de los recortes automáticos al presupuesto que entran en efecto el viernes.
El veterano periodista Bob Woodward, co-ganador de un premio Pullitzer por su investigación del escándalo de Watergate, acusó a un “alto funcionario” de la Casa Blanca de amenazarlo para evitar que publicara un artículo de opinión en que atribuye la idea del recorte automático en el presupuesto al presidente Barack Obama.
Cuando solo faltan horas para que entren en vigencia, del tema de los recortes –también conocidos como “secuestro de fondos”—solo se habla para buscar al culpable de proponerlo y no evitarlo.
Woodward, quien junto a Carl Berstein se hizo ganador del Pullitzer en 1973, escribió en The Washington Post que de acuerdo a lo que él investigó en su momento, la paternidad del secuestro le pertenece al presidente Obama, quien lo propuso al Congreso a través del ahora secretario del Tesoro, Jack Lew, como una medida tan radical que nadie la iba a querer mantener. La Casa Blanca ha negado que esto haya sido así, y culpa a los republicanos de la idea.
Woodward dijo también que Obama “movió las porterías” posteriormente cuando insistió que los republicanos aceptaran nuevos impuestos para evitar el secuestro.
El miércoles, el periodista dijo a la publicación Político que un asesor de Obama le “gritó durante media hora” y le envió un mensaje electrónico con una amenaza velada cuando se le pidió comentarios antes de publicar el artículo.
“Se dijo muy claramente: ‘te vas a arrepentir de esto’ “, dijo Woodward a CNN. “No voy a decir quién, un alto funcionario. Me incomoda que la Casa Blanca les diga a los reporteros que te vas a arrepentir de algo en lo que tú crees”.
Las opiniones de Woodward provocaron fuertes críticas de parte del asesor de la Casa Blanca, David Plouffe, quien escribió un tuit diciendo que “Viendo a Woodward en los últimos dos días es como imaginarse a mi ídolo (el exlanzador de grandes ligas) Mike Schmidt regresando a la lomita. La perfección que se alcanzó alguna vez, rara vez se repite”.
Funcionarios de la Casa Blanca han restado importancia a las quejas de Woodward y afirman que no hubo intención de amenazar a nadie y que el mensaje electrónico original a Woodward fue con la idea de disculparse por una caldeada conversación telefónica horas antes.
“Woodward merece mucho crédito por tomar una historia sobre la disfuncionalidad de Washington… y convertirla en algo sobre él”, ironizó la exvocero de la campaña de Obama, Lis Smith.
Woodward, autor de una decena de libros políticos, ha hecho una ronda de visitas a medios para exponer su queja.
Cuando solo faltan horas para que entren en vigencia, del tema de los recortes –también conocidos como “secuestro de fondos”—solo se habla para buscar al culpable de proponerlo y no evitarlo.
Woodward, quien junto a Carl Berstein se hizo ganador del Pullitzer en 1973, escribió en The Washington Post que de acuerdo a lo que él investigó en su momento, la paternidad del secuestro le pertenece al presidente Obama, quien lo propuso al Congreso a través del ahora secretario del Tesoro, Jack Lew, como una medida tan radical que nadie la iba a querer mantener. La Casa Blanca ha negado que esto haya sido así, y culpa a los republicanos de la idea.
Woodward dijo también que Obama “movió las porterías” posteriormente cuando insistió que los republicanos aceptaran nuevos impuestos para evitar el secuestro.
El miércoles, el periodista dijo a la publicación Político que un asesor de Obama le “gritó durante media hora” y le envió un mensaje electrónico con una amenaza velada cuando se le pidió comentarios antes de publicar el artículo.
“Se dijo muy claramente: ‘te vas a arrepentir de esto’ “, dijo Woodward a CNN. “No voy a decir quién, un alto funcionario. Me incomoda que la Casa Blanca les diga a los reporteros que te vas a arrepentir de algo en lo que tú crees”.
Las opiniones de Woodward provocaron fuertes críticas de parte del asesor de la Casa Blanca, David Plouffe, quien escribió un tuit diciendo que “Viendo a Woodward en los últimos dos días es como imaginarse a mi ídolo (el exlanzador de grandes ligas) Mike Schmidt regresando a la lomita. La perfección que se alcanzó alguna vez, rara vez se repite”.
Funcionarios de la Casa Blanca han restado importancia a las quejas de Woodward y afirman que no hubo intención de amenazar a nadie y que el mensaje electrónico original a Woodward fue con la idea de disculparse por una caldeada conversación telefónica horas antes.
“Woodward merece mucho crédito por tomar una historia sobre la disfuncionalidad de Washington… y convertirla en algo sobre él”, ironizó la exvocero de la campaña de Obama, Lis Smith.
Woodward, autor de una decena de libros políticos, ha hecho una ronda de visitas a medios para exponer su queja.