La erupción en 1991 del volcán filipino Monte Pinatubo, la segunda más grande del Siglo 20, podría haber cubierto evidencia de un aumento del nivel del mar.
Esa es la conclusión de un nuevo estudio del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR), parte de la Agencia Geológica de Estados Unidos (USGS).
Los científicos dicen que el material volcánico expulsado por la montaña, cerca de 20 millones de toneladas de dióxido de sulfuro fueron lanzadas a la estratósfera, y la dispersión de esta nube de gas alrededor del mundo hizo que las temperaturas globales bajaran temporalmente cerca de medio grado Centígrado o 1° Farenheit hasta 1993.
USGS calcula que el volcán lanzó más de cinco kilómetros cúbicos de material a la atmósfera, que no solo cubrieron una gran área de Las Filipinas, en algunos casos llenando con más de 200 metros de ceniza valles profundos, sino que la ceniza llegó hasta el Océano Índico.
La violencia de la erupción redujo la montaña a un cráter, 250 metros más chico de lo que era antes de ella.
El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, destaca que es generalmente aceptado que los niveles del mar han aumentado unos 3 milímetros por año en más de dos décadas.
Pero, como destaca el informe, esos niveles recién se comenzaron a medir en 1993 cuando los efectos de la erupción del Pinatubo todavía impactaban significativamente el medio ambiente (una referencia a la baja de temperatura causada por el gas volcánico), afectando las estadísticas desde el principio.
"La erupción cambió el ritmo de aumento del nivel del mar e impidió medir la aceleración" del mismo, indicó a la VOA, John Fasullo, uno de los científicos de NCAR.
Fasullo, señala que 3 milímetros no es mucho, pero el aumento posiblemente va a acelerarse. "Al no haber una erupción volcánica, podemos anticipar un aumento cada vez más progresivo de los niveles en las próximas décadas", afirmó.
Una predicción exacta sobre cuán más rápido aumentará el nivel del mar en los próximos años es difícil de hacer, dice el experto, y añade que la variabilidad natural del clima también podría tener un efecto.
"Pero la aceleración es real y continúa...y es el foco de importantes estudios de campo en Groenlandia y la Antártida y de otros proyectos", señaló Fasullo.