Autoridades de Estados Unidos, El Salvador, Guatemala y Honduras anunciaron cargos criminales contra más de 3.800 miembros de las pandillas MS-13 y 18th Street en cada un de los respectivos países, en una acción policial coordinada llamada Operación Escudo Regional.
Los cargos fueron anunciados por el fiscal general interino adjunto Kenneth Blanco, en Estados Unidos, el fiscal general Douglas Meléndez de El Salvador, la fiscal general Thelma Aldaña de Guatemala y el fiscal general Oscar Chinchilla de Honduras, en el aniversario del compromiso conjunto para combatir el crimen transnacional iniciado en marzo por el fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions con sus homólogos de los tres países centroamericanos.
Los individuos acusados incluyen más de 70 personas en los estados de California, Maryland, Massachusetts, Nueva York, Ohio, y Virginia en Estados Unidos. Agentes policiales confiscaron seis armas de fuego y acusaron a 284 pandilleros en Guatemala; confiscaron 14 negocios y 11 vehículos de lujo y arrestaron a 12 miembros de la pandilla MS-13 que lavaban dinero del grupo en Honduras; y presentaron 3.477 cargos criminales que resultaron en más de 1.400 arrestos en El Salvador.
Una de las acusaciones que se dio a conocer fue la de Edwin Manica Flores, alias Sugar, Chugar y Shugar, un líder de MS-13 encarcelado por homicidio en El Salvador. Flores está acusado de conspiración por presunta actividad criminal que dirigió en Estados Unidos como líder del Programa de la MS-13 en la Costa Este del país.
En Long Island se presentaron cargos contra 17 miembros de MS-13 por 12 asesinatos, incluidas las muertes de cuatro hombres en Central Islip el 11 de abril, extorsión, intentos de asesinato, asaltos, obstrucción de la justicia, incendio premeditado, conspiración para distribuir marihuana y armas de fuego.
El 9 de febrero, el presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva que autoriza a las agencias policiales a perseguir a las organizaciones criminales transnacionales y a evitar el tráfico internacional con el fin de desmantelar y erradicar las pandillas o bandas transnacionales que amenazan la seguridad de las comunidades estadounidenses. Basado en esa orden, el fiscal general Sessions ha hecho del desmantelamiento de esos grupos transnacionales, incluido el MS-13, una prioridad.
En marzo, el fiscal Sessión se reunió con sus homólogos de la región para desarrollar estrategias y planes concretos a fin de presentar una respuesta fuerte y coordinada para las crecientes actividades transnacionales del MS-13.
Un comunicado del Departamento de Justicia que informa sobre los arrestos dice que en los últimos seis meses, equipos de fiscales de la región han estado compartiendo información, evidencia y las mejores prácticas para combatir a las pandillas, así como coordinando operaciones simultáneas contra esos grupos criminales que afectan tanto a EE.UU. como a Centroamérica.
"El MS-13 es una de las pandillas más violentas y cruentas en Estados Unidos actualmente, que pone en peligro comunidades en más de 40 estados. Pero bajo el fuerte liderazgo del presidente Trump, el Departamento de Justicia está sacándolos de nuestras calles", dijo el fiscal general Sessions.
"Hoy anunciamos que nuestra asociación con la agencias policiales de Centroamérica ha dado como resultado cargos contra más de 3.800 pandilleros solo en los últimos seis meses", señaló. Sessions agregó que más de 70 de los acusados estaban viviendo en Estados Unidos, desde California a Ohio y Boston.
"El MS-13 coordina a través de nuestras fronteras para matar, violar y traficar drogas y niñas menores de edad; tenemos que coordinar a través de nuestras fronteras para detenerlos. Eso es exactamente lo que nuestros valientes y profesionales agentes y fiscales del Departamento de Justicia están haciendo. Continuaremos manteniendo esta firme política y desmantelaremos esta pandilla", aseguró el fiscal general estadounidense.
Los fiscales centroamericanos dicen que el trabajo conjunto contra las pandillas les ha permitido compartir información que afecta las estructuras financieras de las pandillas, conducir operaciones simultáneas coordinadas que impactan el liderazgo de los grupos criminales con énfasis en los subgrupos o cliques que son los que generalmente generan más ingresos y tienen los los más fuertes lazos transnacionales.
Los procuradores prometieron continuar promoviendo e implementando acciones comola Operación Regional Escudo que "fortalezcan efectivamente el imperio de la ley y construir sociedades más seguras, más participativas, más prósperas y justas".
El Departamento de Estado financia el entrenamiento de los fiscales regionales que investigan al MS-13 y tutores de agencias policiales y de inmigración estadounidenses como ICE, la oficina de investigaciones de seguridad del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional, el Departamento de Justicia, la DEA y el FBI forman parte del esfuerzo que ha ayudado a las naciones centroamericanas a condenar -junto con sus pares de EE.UU.- a miles de criminales, confiscar más de 1.000 millones de dólares en bienes ilícitos y coordinar en decenas de investigaciones transnacionales.498 indocumentados arrestados en Ciudades Santuario
El equipo de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE) por sus siglas en inglés, arrestó esta semana a 498 personas de 42 países por violaciones federales de inmigración en varias ciudades 'santuario', como se conoce a las localidades que protegen a los inmigrantes indocumentados.
Los jóvenes protegidos por el programa DACA no fueron arrestados.
"Las jurisdicciones que no permiten el acceso de las autoridades a las cárceles y las prisiones están protegiendo a los extranjeros criminales de la aplicación de la inmigración ilegal", reaccionó en un comunicado el Director Interino del organismo, Tom Homan.
"Como resultado, el equipo de Inmigración y Aduanas, se ve obligado a dedicar más recursos para llevar a cabo detenciones en gran escala en estas comunidades", precisó el funcionario.
"La meta de (ICE) es construir relaciones cooperativas y respetuosas con nuestros socios que ayudan a respetar la ley para ayudar a prevenir que los peligrosos extranjeros sean devueltos a las calles. Las políticas de no cooperación socavan gravemente ese esfuerzo a expensas de la seguridad pública ", dijo.
La operación se desplegó en las ciudades de Baltimore, Illinois, Denver, Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia, Portland, California, Washington, y Massachusetts.
Según las cifras aportadas por las autoridades, de los 498 detenidos, cerca de 317 contaban con antecedentes penales, 68 tenían pendiente comparecer ante las autoridades migratorias, 18 pertenecían a pandillas y 104 habían entrado irregularmente al país después de haber sido deportados en anteriores ocasiones.