EE.UU: guerra en la web

Más de 2.700.000 internautas de todo el mundo han suscrito la carta Salvemos Internet.

Bajo una andanada de críticas, dos proyectos de ley que buscan frenar la piratería en Internet han quedado paralizados en el Congreso de EE.UU.

La declarada guerra de varias firmas gigantes de Internet a una ley contra la piratería digital en la web ha abierto un enconado debate en torno a la libertad de expresión en Estados Unidos y puesto al Congreso en Washington en tres y dos.

Legisladores estadounidenses postergaron el viernes 20 de enero la discusión de dos proyectos de legislación que según se alega persiguen proteger la propiedad intelectual frente a los piratas electrónicos que a diario violan los derechos de autor en numerosos sitios de Internet.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, pospuso una votación que estaba prevista para el martes 24 de enero en busca de que exista mayor consenso entre los legisladores sobre qué hacer con el proyecto de Ley de Protección de la Propiedad Intelectual, conocido como PIPA por sus siglas en inglés.

Paralelamente en la Cámara de Representantes, el presidente del comité de asuntos judiciales y promotor de la propuesta, Lamar Smith, también anunció que quedaban suspendidas hasta nuevo aviso las discusiones de una legislación similar para detener la piratería en Internet o como se le conoce en inglés, SOPA.

El congresista Smith indicó en un comunicado que hay que revisar el enfoque acerca de cómo lidiar mejor con el problema de “los piratas extranjeros que roban y venden las invenciones y los productos estadounidenses”.

Los mayores defensores de la ley, la industria fílmica, las productoras discográficas y la propia Cámara de Comercio de EE.UU. , sostienen que hay que combatir con mano dura la piratería digital porque desangran empresas y destruyen empleos. De hecho, Creative America, una coalición de estudios de Hollywood, dice que el robo de películas en la red equivale a $5.500 millones de dólares anuales.

Pero las inquietudes sobre la legislación fueron expuestas públicamente hace dos meses por importantes compañías de Internet como Google, Facebook, Yahoo, eBay, Twitter, LinkedIn y Mozilla, que advirtieron que obligarlos a que inspeccionen la actividad de los usuarios en la red puede suponer una grave violación de la privacidad.

La popular enciclopedia online Wikipedia declaró una “huelga” de 24 horas de su servicio en idioma inglés el miércoles 18 de enero para movilizar a la opinión pública mundial frente a la eventualidad de que sea aprobado el proyecto en EE.UU.

A pesar de que La Casa Blanca ha dicho que nunca respaldaría una ley que atente contra la libertad de expresión e institucionalice la censura en Internet, los críticos de la legislación alegan que de ser aprobada EE.UU. podría bloquear tanto dentro como fuera del país sitios web que difundan entre otras cosas música y películas sin tener licencia para ello.

Las sanciones contra tales sitios podrían también implicar que buscadores en la red y proveedores de servicios se vieran obligados a filtrar la actividad de los que sean colocados en una lista negra, y que intermediarios de servicios de pago como PayPal les tuvieran que cancelar las transacciones.

Los temores suscitados por la ley han desatado una rebelión mundial de agrupaciones defensoras de derechos civiles dentro de EE.UU. y de fuera del país, como European Digital Rights, Quadrature du Net y Reporteros sin Fronteras. Y también de internautas de todo el mundo, que en cantidad de más de 2 millones 700 mil ya habían suscrito este sábado una carta abierta en la red titulada Salvemos Internet.

Coincidiendo con las protestas, el FBI ordenó el viernes 20 de enero el cierre de Magaupload, una página de “descargas” de películas y software, entre otros, a la que Washington acusa de piratería informática y de formar parte de una red criminal que con su actividad ilegal ha ocasionado más de $500 millones de dólares en pérdidas por concepto de violaciones a la propiedad intelectual.

Pero si en el terreno legal el combate a la piratería en Internet todavía encara obstáculos, en el ámbito práctico tampoco se vislumbra como una guerra fácil. En represalia por el cierre de Megaupload, el grupo de piratas informáticos conocido como Anonymus reivindicó un ataque cibernético contra las páginas web del Departamento de Justicia de EE.UU. y de otros defensores de la ley antipiratería.

Según dijo Anonymus en Twitter, más de cinco mil “hackers” tomaron parte en el masivo y simultáneo ataque electrónico. La misma tecnica empleada ahora por los piratas ya fue utilizada el año pasado cuando sabotearon las páginas de PayPal, Visa y Mastercard después de que éstas bloquearon los fondos del portal Wikileaks.