El ángel de los desamparados

Zach Bonner ayuda a los niños desamparados desde que tenía ocho años.

Un pequeño de Tampa, Florida, se ha convertido en gran benefactor de todos los menores sin hogar en EE.UU.

En EE.UU. hay más de un millón de niños desamparados, y para llamar la atención pública sobre el problema, Zach Bonner, con sólo 12 años de edad caminó cientos de kilómetros desde su hogar en la ciudad de Tampa, Florida, hasta Washington DC, la capital del país.

Durante su recorrido, Zach prestó ayuda en albergues de desamparados, y sus esfuerzos fueron reconocidos por Beliefnet, una página web dedicada a temas espirituales y religiosos cuyos lectores y editores lo seleccionaron como la persona más inspiradora de 2009.

El pequeño atravesó caminando el sureste de EE.UU. en un viaje de mil 900 kilómetros para poner de manifiesto la difícil situación de los niños sin hogar.

“Pienso que es ridículo que haya niños que no tengan un hogar en este país. Creo que es horrible”, dijo.

A su llegada a Washington DC, Zach habló a un número de personas cerca del Capitolio para hacerles patente que el desamparo infantil es una realidad en EE.UU.

“Sigue sorprendiéndome la cantidad de personas que hoy en día ni siquiera creen que existe este problema. Y la verdad es que no sólo existe, sino que empeora”, señaló.

Según Zach, las causas son varias. “Empeora porque debido a la crisis económica la gente ha perdido sus empleos y sus hogares. Esa es también una razón por la que se quedan sin hogares. Y algunas veces, las familias son abusivas con los niños y estos huyen”, agregó.

Zach llevó a cabo su marcha hasta la capital durante periodos de receso escolar, por lo que le llevó tres años completarla. La empezó cuando sólo tenía ocho años, y cubrió un promedio diario de 20 kilómetros, sin importarle el cansancio, porque según dijo sentía que debía seguir caminando.

"Cuando un niño se cansa de ser desamparado no dice: bueno ya me cansé, y no voy a ser más un desamparado. De modo que por qué iba yo a decirme que estaba cansado de caminar y no iba a hacerlo más”, recordó.

A lo largo del camino, Zach visitó varios albergues y “ayudó a sembrar jardines y a hacer otras cosas con tal de jugar con los menores, y con un poco de suerte al menos darles un mejor día en sus vidas”, indicó.

A pesar de su corta edad, Zach lleva tiempo ayudando a otros. Cuando tenía seis años un potente huracán devastó parte de su estado de la Florida, y para socorrer a la gente que no tenía agua ni comida, recorrió su vecindario con una pequeña carretilla roja pidiendo donaciones de agua embotellada y otros suministros.

Un año después, Zach creó la Fundación Little Red Wagon, una organización no lucrativa que presta ayuda a los niños desfavorecidos. El y otros voluntarios se encargan de llenar mochilas con comida, artículos de higiene personal y pequeños juguetes para dárselos a los menores desamparados.

Zach ha recibido varios premios por sus servicios como voluntario, incluyendo uno concedido por el Presidente George W. Bush en 2006. Y el año pasado repitió su caminata en favor de los niños desamparados, pero esta vez el recorrido fue de casi cuatro mil kilómetros, entre Tampa y Los Angeles, en California.