Conferencia EE.UU.-México sin futuro

El presidente de México, Felipe Calderón, (d) con el gobernador de Chihuahua, uno de los estados fronterizos.

Languidece el interés por el cónclave, que todos los años discute asuntos de interés para los estados a uno y otro lado de la frontera.

La conferencia de gobernadores de estados limítrofes de México y EE.UU, que desde hace tres décadas se ha venido celebrando cada año alternativamente en los territorios de uno y otro país, podría estar llegando a sus últimas.

Por Estados Unidos, el único representante de alto nivel que asistió este año al evento fue la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez, en tanto que los gobernadores de California, Arizona y Texas se ausentaron de la reunión.

La trigésima conferencia dio inicio el miércoles 28 de septiembre en Ensenada, México, país cuya representación en la ceremonia inaugural se vio reducida esta vez a la presencia de sólo tres de los seis gobernadores que normalmente participan en la reunión.

La primera de estas citas se llevó a cabo en 1980 en Ciudad Juárez, Chihuahua, para dar comienzo a un proceso formal de comunicación entre los 10 estados fronterizos, que al término de la conferencia suscriben una Declaración Conjunta con recomendaciones oficiales.

Históricamente en el cónclave de dos días se discuten temas de interés bilateral como agricultura, educación, desarrollo económico, energía, medio ambiente, salud, turismo, y seguridad fronteriza.

La reunión del año pasado que debió tener lugar en Arizona fue cancelada por la gobernadora Jan Brewer después de que los gobernadores mexicanos boicotearon la conferencia debido a las duras leyes contra los inmigrantes indocumentados aprobadas en ese estado.

El gobernador de California, Jerry Brown, informó este año por medio de un vocero que no podía estar presente en el evento porque estaba muy atareado revisando proyectos que tenía que firmar, en tanto que el de Texas, Rick Perry, está enfrascado de lleno en su campaña por lograr la nominación presidencial republicana.

Para la conferencia de este año, el gobierno del presidente mexicano, Felipe Calderón, envió a la ceremonia inaugural a dos ministros.