Quiso animar a los inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos y lo hizo confesando que él mismo fue uno de ellos.
El coreógrafo colombiano Sergio Trujillo, laureado el fin de semana con un premio Tony, asegura que el escenario del máximo galardón de Broadway le pareció el momento ideal para admitir públicamente que él fue un inmigrante sin papeles, algo que sorprendió a muchos conocidos suyos que no lo sabían.
“Uno lo mantiene tan adentro, tan profundo, es como un secreto que uno debe mantener. Así que al hablar de eso todavía me siento culpable, como si estuviera haciendo algo malo”, admitió Trujillo en una entrevista telefónica con The Associated Press.
El artista dijo que quiso usar la gala de los Tony el domingo por la noche como plataforma para enviar un mensaje de aliento a los millones de inmigrantes sin papeles y jóvenes “dreamers” que intentan ver cumplidos sus sueños en Estados Unidos.
Tras subir al escenario a recoger su Tony, Trujillo dijo: “Llegué a Nueva York hace 30 años como un inmigrante ilegal. Estoy aquí como prueba, para todos los soñadores, de que el sueño americano sigue vivo. Deben seguir luchando porque el cambio llegará”.
Después que el público se levantara de sus asientos para ovacionarlo, Trujillo agregó en español: “Para todos aquellos que están escuchando quiero que sepan que si yo, Sergio Trujillo, nacido en Cali, Colombia, puedo llegar a tener este momento, tú también lo podrás hacer”.
El bailarín de 55 años recibió un premio a la mejor coreografía por el musical “Ain’t Too Proud-The Life and Times of The Temptations”, basado en la historia del grupo musical estadounidense The Temptations. Trujillo ya había sido nominado a un Tony en 2016, por la coreografía del musical “On Your Feet!”, basado en la música y la vida de Emilio y Gloria Estefan.
La familia de Trujillo se trasladó a Canadá cuando éste tenía 12 doce años, explicó. Tras vivir unos años allí ilegalmente, el país aprobó una amnistía y Trujillo pudo regularizar su situación. Estudió bioquímica en la Universidad de Toronto, pero empezó a interesarse en la danza profesional y decidió que tenía que probar suerte en Broadway. Así fue como en 1989 cruzó en auto la frontera entre Canadá y Estados Unidos usando su pasaporte colombiano y vivió sin papeles hasta que logró visas temporales para bailar en los shows de Broadway que le contrataban.
Trujillo dijo que tomaba clases de danza y vivía en casas de amigos. “Lo difícil era tener audiciones, pero la gente nunca sabía si uno tenía papeles o no”, recordó.