El Departamento añadió al Ministro del interior cubano, Almirante Julio César Gandarilla Bermejo, y dos de sus hijos, a la lista de personas que tienen prohibido entrar a Estados Unidos.
En un despacho el Departamento de Estado argumentó que Gandarilla tiene responsabilidad “en graves violaciones de los derechos humanos en Venezuela”.
La medida de EE.UU. se basa en la Sección 7031 (c) de la Ley de Asignaciones de Programas de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Afines del año fiscal 2019.
El procedimiento se pone en práctica, señala el Departamento, “en los casos en que el Secretario de Estado tenga información creíble de que funcionarios de gobiernos extranjeros han estado involucrados en una corrupción significativa o una violación grave de los derechos humanos (GVHR, por sus siglas en inglés)”.
La prohibición de entrar a territorio estadounidense, se extiende además, a “sus familiares inmediatos”, aclara el texto.
La ley también requiere que el Secretario de Estado designe a estos funcionarios pública o privadamente.
Por tanto, el Departamento también designó públicamente a los hijos del citado militar, Julio César Gandarilla Sarmiento y Alejandro Gandarilla Sarmiento.
Además de actos violatorios en Venezuela, amplía el comunicado “el Ministerio del Interior de Cuba es responsable de arrestar y detener arbitrariamente a miles de ciudadanos cubanos y encarcelar ilegalmente a más de 100 presos políticos en Cuba”.
Igualmente, acusa el Departamento de Estado, “Los funcionarios del ministerio han supervisado la tortura de disidentes políticos, detenidos y prisioneros, así como el asesinato de algunas de estas personas por la policía y las fuerzas de seguridad”.
Al rosario de actos hostiles, EE.UU. responsabiliza a Gandarilla Bermejo de ser “cómplice con la vigilancia arbitraria o ilegal” de “ciudadanos o visitantes” a la isla.
Estados Unidos, añade el comunicado, continúa apoyando a los pueblos cubano y venezolano.
“La represión del régimen de Castro a los derechos humanos y las libertades fundamentales tanto en Cuba como en Venezuela requiere preocupación mundial y un llamado a la acción internacional más fuerte”, agrega.
“Alentamos encarecidamente a otros gobiernos y organizaciones internacionales a que exijan la responsabilidad del gobierno cubano por violar y abusar de los derechos humanos y las libertades fundamentales”, concluye la comunicación del Departamento de Estado.