“Juego de Tronos”, la popular serie de HBO, dominó la premiación de los Emmy el domingo, al ganar como mejor serie dramática por segundo año consecutivo.
La saga fantástica basada en las novelas de George R.R. Martin, recibió 12 Emmys el domingo, tras ganar el fin de semana pasado premios técnicos que llevaron a 38 el total de las estatuillas que ha acumulado en los seis años desde que se estrenó, convirtiéndose en la más premiada serie de televisión en la historia.
“Veep” volvió a ganar como mejor comedia, y su protagonista Julia-Louis Dreyfus hizo historia al ganar por sexto año consecutivo como mejor actriz de comedia. Mientras, el trofeo de Jeffrey Tambor como mejor actor de comedia por “Transparent” fue su segundo.
Pero los principales premios al drama fueron una sorpresa: Tami Malek, la estrella de “Mr.Robot” y Tatiana Maslany de “Orphan Black” fueron las ganadoras entre la fuerte competencia.
“Dios mío, diganme que ustedes también están viendo esto”, dijo Malek estupefacto, quien interpreta a un atribulado genio de las computadoras envuelto en una peligrosa ciberconspiración.
Los Emmys demostraron manejar menor la diversidad que los Oscar para reconocer y homenajear a lo mejor de Hollywood. Varios artistas de minorías y personal detrás de bambalinas recibieron premios, entre ellos los guionistas Aziz Anzari y Alan Yang de “Master of None”.
Sin embargo, Viola Davis, la estrella de “How to Get Away with Murder”, quien en 2015 logró el Emmy a la mejor actriz dramática en 2015, no recibió un galardón. Davis es la primera actriz negra que ha ganado la estatuilla en esa categoría.
Julia-Louis Dreyfus aprovechó su triunfo para lanzar una crítica mordaz al candidato presidencial republicano Donald Trump, en una ceremonia llena de comentarios burlones sobre la campaña electoral.
La actriz dedicó el premio a su padre, quien murió el viernes, pero antes habló sobre la ironía entre el parecido de su serie y la realidad estadounidense.
“También me gustaría aprovechar esta oportunidad para disculparme personalmente por el ambiente politico actual. Creo que ‘Veep’ ha derribado el muro entre la comedia y la política. Nuestra serie comenzó como una sátira política pero ahora se siente como un sobrio documental”, señaló Louis-Dreyfus, quien prometió “reconstruir ese muro y hacer que México pague por él”.
La dama inglesa Maggie Smith recibió su tercer Emmy como mejor actriz de reparto en una serie dramática por su papel en la última temporada de “Downton Abbey”, pero como de costumbre no asistió a la ceremonia.
Ben Mendelsohn de “Bloodline”, ganó como mejor actor de reparto dramático y tampoco asistió.
El comediante John Oliver se llevó el premio al mejor programa de variedades por “Last Week Tonigh with John Oliver”, superando a Jerry Seinfeld y al conductor de los Emmys, Jimmy Kimmel.
“The People v. O.J. Simpson”, sobre el juicio por asesinato contra el exdeportista,recibió cinco premios el domingo: mejor serie corta y mejor guión, además de los galardones a sus protagonistas Courtney B. Vance, Sterling K. Brown y Sarah Paulson.
“Obama fuera, Hillary entra,” dijo Vance al cierre de su discurso.
Regina King ganó como mejor actriz de reparto en una serie corta por “American Crime”, su segunda estatuilla por el programa.
Louie Anderson, recibió el Emmy como mejor actor de comedia por su papel como una madre de carácter en “Baskets”.
La ceremonia comenzó con Jimmy Kimmel llegando a la ceremonia en una limosina rentada cuyo chofer era el excandidato presidencial republicano Jeb Bush.
“¿Sabías que podías ganar 12 dólares por hora trabajando para Uber?”, le pregunta Bush sonriendo, antes de aconsejar bromeando a Kimmel que “si hace una campaña positiva, eventualmente los votantes escogerán la opción correcta”.