Las ventas de casas en Estados Unidos parecen haber empezado a recuperarse después de que en los últimos dos meses el sector experimentó el mejor periodo invernal del mercado de viviendas no nuevas desde que estalló la crisis inmobiliaria hace cinco años.
En enero, el ritmo de ventas fue el más alto registrado desde mayo de 2010, y el mes siguiente, en febrero, apenas bajaron levemente a una cifra ajustada por temporada de 4,59 millones de unidades, según informó la Asociación Nacional de Promotores Inmobiliarios.
Esa cantidad está apenas por debajo de la cifra revisada de 4,63 millones en enero, constituye 13 por ciento más que la proporción de ventas a mitad del año pasado y según Ian Shepherdson, economista jefe en High Frequency Economics, no debe distraer la atención de la clave, que es “la tendencia al alza".
Aunque el número de ejecuciones hipotecarias sigue siendo elevado, y las ventas de casas están por debajo de los 6 millones que los economistas consideran necesario como reflejo de una economía próspera, algunos expertos señalan que el ambiente que se respira es propicio para que las ventas cobren impulso.
Por primera vez en cuatro meses, el precio promedio de las viviendas creció a $156.600 dólares, también aumentó el suministro de casas al mercado y los constructores se han mostrado más confiados en los últimos seis meses, las que podrían ser señales positivas.
En febrero de este año la cantidad de solicitudes de permisos de construcción fue la mayor registrada desde octubre de 2008, y otro factor que sirve de aliciente al mercado son las tasas hipotecarias, que están próximas a su nivel mínimo récord.