La participación de jóvenes, de entre 18 y 29 años de edad, subió de un 20% en las legislativas de 2014 a un 36% en los comicios de 2018, "el mayor aumento por puntos porcentuales de cualquier grupo de edad", según datos del censo estadounidense.
Estos datos ponen de manifiesto el creciente interés entre los más jóvenes y echan por tierra la creencia generalizada de que la juventud sufre algún tipo de apatía política hoy en día. La Voz de América habló con dos jóvenes a quienes, a pesar de haber nacido en Latinoamérica, su interés por el proceso electoral en Estados Unidos les ha llevado a dar un paso al frente.
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Ambos animan a los políticos a adaptar su mensaje a este segmento de la población y les recuerdan cuáles son los asuntos que preocupan a los más jóvenes, los cuales, en realidad, no se diferencian tanto de los grandes temas de campaña: educación, sanidad, economía, medioambiente y, por supuesto, inmigración.
“Cuando se habla de inmigración, muchas veces se hace como si se tratara de un solo paquete”, asegura César Grajales, analista político republicano, nacido en Colombia, quien emigró a Estados Unidos a los 18 años.
Para este joven, que trabaja como cabildero en la organización The LIBRE Initiative (La Iniciativa Libre) y dirige su propia empresa enfocada en la consultoría política en Miami, Florida, el futuro del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas), es una prioridad en estas elecciones presidenciales.
El presidente Donald Trump ya ha advertido que seguirá luchando en los tribunales para eliminar este programa creado por la administración de Barack Obama, pero ha insistido en que es el Congreso del país quien debería regular el estatus migratorio de los "soñadores", unos 650.000 jóvenes que llegaron al país siendo niños.
“Muchos de ellos tienen mi edad, han servido en las Fuerzas Armadas y casi 30.000 de ellos han trabajado como sanitarios frente a la batalla contra el coronavirus”, afirma Grajales, recordando que los llamados dreamers (soñadores) “contribuyen al Producto Interior Bruto de la nación” y que “la mayoría de ellos lo único que recuerdan de su país de origen es Estados Unidos y no el país en el que nacieron”.
William Joel Bravo es otro joven latino que emigró, en este caso desde Ecuador a Nueva York, cuando tenía 5 años. Ahora, tras licenciarse en Ciencias Políticas por la Universidad Internacional de Florida, trabaja en la organización Coalición Inmigrante de la Florida.
Sobre DACA, Bravo recuerda que esa medida fue algo “temporal” y que las personas que, como él, fueron a Estados Unidos en busca de una vida mejor “necesitan una oportunidad de vivir sin riesgo a que lo deporten o que lo detengan”.
“Las personas que están bajo el DACA o el TPS (Estatus de Protección Temporal) necesitan una solución permanente y ojalá que con el gobierno que haya el próximo año se pueda venir un cambio permanente para ellos”, subrayó.
Persuadir a los jóvenes con los temas que interesan
Bravo, que se declara abiertamente demócrata, lamenta que las campañas, en muchas ocasiones, dirijan sus mensajes a los grupos poblaciones de mayor edad y eso hace que, de alguna manera, los jóvenes se acaben distanciando de la política.
“Los jóvenes no van a ir a votar si no hay una campaña o una estrategia que directamente impacte en los jóvenes”, manifestó al advertir que las nuevas generaciones “no tienen educación sobre cómo votar, cómo ser votante o cómo involucrarse en el proceso democrático”.
También lea EE.UU.: Este grupo de votantes pudiera inclinar las elecciones de 2020“A veces votamos por la cara de una persona, porque sonríe bonito y porque me habla bonito. La verdad es que a mí no me interesa votar por alguien que me hable bonito, sino que esté proponiendo un proyecto de ley que vaya a beneficiarme a mí, a mi familia y, por ende, a mi comunidad”, agrega al respecto.
Por su parte, el republicano Grajales, pone la responsabilidad en los mismos jóvenes.
“Nuestra responsabilidad es leer diarios de ambos colores o tintes políticos y revisar lo que están proponiendo”, y anima a incluso visitar las páginas web oficiales del Congreso y del Senado federales para “saber qué es lo que se está proponiendo y qué se está debatiendo” sobre algunas de las problemáticas que atañen a la comunidad hispana.
Los temas de interés en la campaña
"La educación, el clima y la justicia social” son otros temas, asegura William Bravo, “atractivos para los jóvenes y representan un motivo para ir a votar”.
“El clima, los derechos civiles y el acceso a la educación son los tres temas más importantes. Sé que a los jóvenes les interesan estos temas porque directamente afecta a su futuro”, dijo, mientras se preguntaba: "Qué será de mí cuando salga de la universidad o ahora que soy un profesional, ante esta situación de la pandemia, cómo puedo desarrollar mi familia son otras de las cuestiones a tener en cuenta”, señaló.
También lea Inmigración y Latinoamérica: dos puntos de vista en las eleccionesGrajales, más afín a las ideas republicanas, el tema esencial es la economía. “¿Qué va a pasar el día de mañana? ¿Cómo el gobierno federal está manejando el tema de la deuda nacional? Hoy en día vemos muchas ayudas federales, pero también tenemos que tener en cuenta que eso tiene un costo a futuro”, sostiene.
El acceso a la salud es otro tema de interés para los jóvenes. Mientras ambos analistas concuerdan en que “es importante que una sociedad tenga acceso a la salud”, Grajales advierte que eso no se puede hacer a costa de “un montón de dinero pagado por otro segmento de la población”.
A pesar de las diferencias ideológicas algo es cierto, con cada elección que llega, los jóvenes hispanos se convierten en una fuerza numérica cada vez mayor, si se tienen en cuenta los datos del Centro de Investigaciones Pew, que revelan que el 21% de los jóvenes de entre 18 y 23 años en EE.UU. son hispanos, un grupo poblacional que se prevé crezca de forma significativa en los próximos años.
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