La megatormenta que azotará la costa este de EE.UU. obligó a la suspensión de diferentes actividades de los candidatos Obama y Romney, pero el presidente dijo que la prioridad ahora es salvar vidas.
Además de haber puesto en vilo a ciudades y estados enteros en la costa este de EE.UU., la amenaza de que el huracán “Sandy” podría convertirse en una tormenta de monstruosos vientos y lluvia tuvo anticipado impacto en la campaña electoral del país.
Cuando sólo faltan nueve días ya para los comicios presidenciales, el presidente Barack Obama y su rival el candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, se vieron obligados a posponer o cancelar mítines electorales previstos para el fin de semana en estados sumamente disputados en estas elecciones.
Obama siguió adelante a pesar de todo e hizo campaña el sábado en New Hampshire, pero el vicepresidente Joe Biden tuvo que suspender un acto electoral en Virginia, según explicó el comité electoral demócrata por cautela, para que todos los recursos de emergencia pudieran centrarse en asegurar la seguridad de las personas en áreas en peligro por el huracán.
Durante su mensaje al país el lunes, el presidente Barack Obama señaló no estar preocupado en estos momentos por las elecciones y que su prioridad es salvar vidas.
"No me preocupa el impacto en la elección. La prioridad es que el alimento y la ayuda llegue a tiempo donde tenga que llegar", dijo el presidente.
Romney canceló por igual un mitin en Virginia Beach que tenía planeado para este domingo, y dos eventos también previstos en Virginia, y se fue a Florida, aprovechando que “Sandy” ya estaba pasando de largo frente a la costa de ese estado . Entre tanto, su segundo en la boleta republicana, Paul Ryan, se dio cita con los seguidores de su partido a contrapelo del frío y la lluvia en New Philadelphia, Ohio.
Ninguno de los actos a lo largo de la maratónica ruta electoral emprendida por Obama han sido suspendidos, pero el presidente tuvo que ajustar ligeramente su itinerario debido a “Sandy”, y sus ayudantes anticiparon para la noche del domingo su prevista salida hacia Florida para adelantarse al curso de la tormenta.
Con tan pocos días ya para la votación y los sondeos mostrando números tan parejos, ni Obama ni Romney quieren dejar al azar el resultado de los comicios y contra viento y marea mantienen un ojo puesto sobre la tormenta pero no están dispuestos a poner paréntesis a la campaña.
La senda del triunfo parece estar esencialmente a expensas de la votación en estados calificados de cruciales como Colorado, Florida, Iowa, Nevada, New Hampshire, Ohio, Virginia y Wisconsin. Y en todos Obama y Romney figuran según las encuestas muy cerca el uno del otro.
De acuerdo con el más reciente sondeo de CNN/ORC International, Obama disfruta de una corta distancia de cuatro puntos (50-46 por ciento) en Ohio, pero en el resto de los estados claves o la ventaja es a la inversa o las cifras tampoco son tan claras como para predecir con certeza quién será el ganador.
En Colorado, ambos candidatos se disputan el apoyo de aproximadamente unos 100 mil electores indecisos, aunque el estado, que fue ganado por Obama en los comicios del 2008, tiene 21 por ciento de población hispana y en perspectiva parece favorecer al presidente.
En Iowa, Obama tendría las de ganar, pero en Florida Romney aparentemente tomó la delantera y ahora se esfuerza en asegurarla apelando sobre todo al electorado de la región central del estado, uno de los más afectados por la crisis hipotecaria y donde muchos estadounidenses perdieron sus viviendas.
Sin embargo, el vicesecretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo el sábado que desde 2008 los demócratas han reducido significativamente la ventaja de los republicanos en voto anticipado en Florida, que hace cuatro años superó los 250 mil sufragios, y este año está sólo por encima de 33 mil 500, una reducción del 87 por ciento.
Wisconsin votó por Obama en 2008, pero de entonces a la fecha los republicanos han reforzado allí su influencia y es el estado además del candidato vicepresidencial republicano Ryan, mientras que en Nevada, los demócratas están apostando fuerte a los hispanos, que son el 27 por ciento de la población.
Otro también sujeto a la sorpresa es New Hampshire, que no fue muy maltratado por la crisis financiera lo que supuestamente favorece al presidente, que ganó el estado en el 2008, pero habiendo sido Romney gobernador del vecino Massachusetts y bien posicionado en las encuestas cualquier cosa podría suceder.
Cuando sólo faltan nueve días ya para los comicios presidenciales, el presidente Barack Obama y su rival el candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, se vieron obligados a posponer o cancelar mítines electorales previstos para el fin de semana en estados sumamente disputados en estas elecciones.
Obama siguió adelante a pesar de todo e hizo campaña el sábado en New Hampshire, pero el vicepresidente Joe Biden tuvo que suspender un acto electoral en Virginia, según explicó el comité electoral demócrata por cautela, para que todos los recursos de emergencia pudieran centrarse en asegurar la seguridad de las personas en áreas en peligro por el huracán.
Durante su mensaje al país el lunes, el presidente Barack Obama señaló no estar preocupado en estos momentos por las elecciones y que su prioridad es salvar vidas.
"No me preocupa el impacto en la elección. La prioridad es que el alimento y la ayuda llegue a tiempo donde tenga que llegar", dijo el presidente.
Romney canceló por igual un mitin en Virginia Beach que tenía planeado para este domingo, y dos eventos también previstos en Virginia, y se fue a Florida, aprovechando que “Sandy” ya estaba pasando de largo frente a la costa de ese estado . Entre tanto, su segundo en la boleta republicana, Paul Ryan, se dio cita con los seguidores de su partido a contrapelo del frío y la lluvia en New Philadelphia, Ohio.
Ninguno de los actos a lo largo de la maratónica ruta electoral emprendida por Obama han sido suspendidos, pero el presidente tuvo que ajustar ligeramente su itinerario debido a “Sandy”, y sus ayudantes anticiparon para la noche del domingo su prevista salida hacia Florida para adelantarse al curso de la tormenta.
Con tan pocos días ya para la votación y los sondeos mostrando números tan parejos, ni Obama ni Romney quieren dejar al azar el resultado de los comicios y contra viento y marea mantienen un ojo puesto sobre la tormenta pero no están dispuestos a poner paréntesis a la campaña.
La senda del triunfo parece estar esencialmente a expensas de la votación en estados calificados de cruciales como Colorado, Florida, Iowa, Nevada, New Hampshire, Ohio, Virginia y Wisconsin. Y en todos Obama y Romney figuran según las encuestas muy cerca el uno del otro.
De acuerdo con el más reciente sondeo de CNN/ORC International, Obama disfruta de una corta distancia de cuatro puntos (50-46 por ciento) en Ohio, pero en el resto de los estados claves o la ventaja es a la inversa o las cifras tampoco son tan claras como para predecir con certeza quién será el ganador.
En Colorado, ambos candidatos se disputan el apoyo de aproximadamente unos 100 mil electores indecisos, aunque el estado, que fue ganado por Obama en los comicios del 2008, tiene 21 por ciento de población hispana y en perspectiva parece favorecer al presidente.
En Iowa, Obama tendría las de ganar, pero en Florida Romney aparentemente tomó la delantera y ahora se esfuerza en asegurarla apelando sobre todo al electorado de la región central del estado, uno de los más afectados por la crisis hipotecaria y donde muchos estadounidenses perdieron sus viviendas.
Sin embargo, el vicesecretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo el sábado que desde 2008 los demócratas han reducido significativamente la ventaja de los republicanos en voto anticipado en Florida, que hace cuatro años superó los 250 mil sufragios, y este año está sólo por encima de 33 mil 500, una reducción del 87 por ciento.
Wisconsin votó por Obama en 2008, pero de entonces a la fecha los republicanos han reforzado allí su influencia y es el estado además del candidato vicepresidencial republicano Ryan, mientras que en Nevada, los demócratas están apostando fuerte a los hispanos, que son el 27 por ciento de la población.
Otro también sujeto a la sorpresa es New Hampshire, que no fue muy maltratado por la crisis financiera lo que supuestamente favorece al presidente, que ganó el estado en el 2008, pero habiendo sido Romney gobernador del vecino Massachusetts y bien posicionado en las encuestas cualquier cosa podría suceder.