El secretario de Estado, John Kerry, se reúne con cancilleres europeos. La Unión Europea acepta que todo indica que el ataque químico del 21 de agosto fue obra del régimen de Damasco.
Rusia y Siria
Putin de parte de Damasco
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que Moscú seguirá ayudando al régimen sirio incluso si EE.UU. decide atacarlo.
Putin declaró en San Petersburgo que su país ha estado suministrando armas a Siria, mantiene su cooperación económica con Damasco, y planea elevar su asistencia humanitaria a los sirios.
Previamente, el mandatario ruso había declarado que Moscú no tenía intenciones de involucrarse en el conflicto en ese país.
Obama anunció que el martes 10 de septiembre hablará a la nación para exponérsele sus razones de por qué EE.UU. no debe mantenerse cruzado de brazos frente a la situación en Siria, y en su mensaje semanal de los sábados calificó de “intolerable” el reciente ataque con armas químicas que causó la muerte a más de mil personas en ese país.
En su mensaje, el presidente dijo que el empleo de armas químicas, del que Washington responsabiliza al gobierno sirio, fue un “ataque directo a la dignidad humana”, y reiteró su convencimiento de que es además una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU.
El presidente dijo saber que los estadounidenses están cansados luego de una década de guerras, pero que EE.UU. “no puede hacerse de la vista gorda frente a imágenes como las que hemos visto de Siria” y que de no darse una respuesta aumentaría “el riesgo de que sean empleadas nuevamente armas químicas” y que “caigan en manos de terroristas”.
John Kerry en Europa
Mientras el presidente busca conseguir sólido apoyo de los estadounidenses a una acción militar en Siria, el secretario de Estado, John Kerry trató de convencer a la Unión Europea (UE) de que respalde los planes de Washington, y este sábado se reunió con cancilleres europeos y la jefa de la diplomacia del grupo, Catherine Ashton.
Tras entrevistarse con Kerry en Vilnius, capital de Lituania, Ashton difundió una declaración en la que se insta a dar una “respuesta clara y fuerte” al ataque llevado a cabo por el régimen sirio aunque se aclara que cualquier operación militar debe esperar por el informe de los inspectores de la ONU.
Después de su encuentro con Kerry, los cancilleres europeos pusieron fin a días de división sobre el asunto al admitir en la declaración que de acuerdo con la información de inteligencia disponible existen fuertes indicios para creer "que el régimen sirio es responsable” del ataque químico.