Efecto de la Guardia Nacional: ¿Mayor peligro o disuasivo?

La Guardia fronteriza de EE.UU. vigila el sector de Yuma en San Luis, Arizona.

SAN LUIS, ARIZONA -

El "Albergue del Desierto" de Mexicali - Refugio del Desierto - es el último lugar donde los adolescentes migrantes pueden encontrar refugio, una comida caliente y una línea de comunicación antes de intentar cualquier viaje a Estados Unidos, legal o de otra manera.

También es el primer lugar donde muchos llegan después de haber sido deportados.

En los 29 años de historia del refugio de migrantes de Baja California, México, creado para que los que cruzan la frontera se sientan "seguros, escuchados y respetados", la directora Mónica Oropeza Rodríguez, ha presenciado el despliegue de la Guardia Nacional en cada uno de los tres gobiernos estadounidenses anteriores, demócrata y republicanos.

Y, sin embargo, "la gente viene una y otra vez", por necesidad, dijo Oropeza Rodríguez a la VOA.

Esta vez, cerca de 1.000 efectivos de la Guardia Nacional han sido desplegados a lo largo de los 3.000 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y México, en respuesta a lo que la administración Trump calificó como una crisis de "anarquía" creada en parte por una caravana de 1.500 migrantes que se dirigían a la frontera de Estados Unidos a través de México.

Unos pocos cientos de inmigrantes llegaron a la frontera en Tijuana a principios de esta semana.

Miembros de una caravana de migrantes centroamericanos ingresan a un centro de la agencia de aduanas y protección fronteriza de EE.UU. para solicitar asilo. Tijuana, Mexico. Mayo 2, de 2018.

"No tenemos idea de lo que viene a través de áreas que actualmente no tenemos una manera de vigilar apropiada y adecuadamente", dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, durante una reciente gira por el muro fronterizo y el puerto de entrada de San Luis, Arizona.

"Para mí, esa es la definición de crisis", señaló.

La secretaria Nielsen ha mencionado un incremento de aproximadamente 200 por ciento en el número total de aprehensiones a lo largo de la frontera suroeste en marzo de 2018, en comparación con marzo de 2017.

Pero una comparación de un año a otro podría contar otra historia. El número total de detenciones en 2017 cayó a su nivel más bajo en 46 años, y el presidente Donald Trump se atribuyó el mérito, al tiempo que lo llamó "todavía inaceptable" en Twitter.

Una muñeca abandonada yace en el suelo en San Luis, Arizona, a menos de 100 metros de la barrera que separa EE.UU. de México.

Más agentes 'en primera línea'

Mientras el presidente solicitó hasta 4,000 tropas de la Guardia Nacional, los gobernadores de los cuatro estados fronterizos del país -California, Arizona, Nuevo México y Texas- hasta la fecha solo han suministrado una cuarta parte de ese número.

"Nunca es suficiente", dijo Vinny Duleksy, Supervisor de Operaciones Especiales de la Patrulla Fronteriza de los EE. UU., Sector de Yuma, Arizona.

Dulesky dijo a VOA que la región ha visto un repunte en "OTM", abreviatura de "otros que no sean mexicanos", que se están entregando entre los puertos de entrada.

Los Guardias Nacionales, dice, no están realmente deteniendo a los que cruzan la frontera. Pero eso no significa que beneficien menos a los agentes fronterizos.

"[La Guardia Nacional] va a liberar esos elementos de apoyo que generalmente son llenados por agentes, para tener a más agentes de línea en primera línea", dijo.

En términos prácticos para las tropas desplegadas, eso significa "mantenimiento, despejar caminos, [y] ayudar administrativa y logísticamente", según el Capitán Macario Mora, Oficial de Asuntos Públicos de la Operación Apoyo Guardián, que supervisa el esfuerzo coordinado de la Guardia Nacional con agentes de la Patrulla Fronteriza. .

Entre las tropas se encuentran residentes del área fronteriza que laboran a tiempo completo en otros trabajos, incluidos policías, soldadores y maestros, una variedad de empleos en el sector civil que, según Mora, los convierte en una fuerza versátil.

"Hemos sido desplegados en todo el mundo y apoyamos la defensa de nuestra nación, por lo que la gente aquí en este estado es más que capaz", dijo Mora.

Centroamericanos que viajan con una caravana de migrantes camina hacia la frontera en Tijuana, México, para pedir asilo en EE.UU. Abril 29, de 2018.

Vidas adicionales perdidas

La Guardia Nacional puede estar armada solo en circunstancias limitadas para su propia defensa, según el jefe de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, Ronald Vitiello. Pero armas o no, su presencia no sienta bien al otro lado de la frontera.

"No estamos en guerra", comentó Oropeza Rodríguez. "Supuestamente somos 'países socios', ¿verdad?"

Oropeza Rodríguez dice que los despliegues pasados han tenido consecuencias adversas, y no cree que esta vez sea diferente.

"En todo caso, es más caro en vidas humanas perdidas", afirmó. Despliegues anteriores "trajeron más muertes de migrantes, y ¿por qué? Porque se ven obligados a cruzar rutas más difíciles y riesgosas, pero eso no detiene su migración ".

Sin embargo, algunos migrantes admiten que el enfoque adicional de seguridad de EE.UU., incluido el despliegue de la Guardia Nacional y el uso de la tecnología de vigilancia, es un claro elemento de disuasión.

"La frontera está fuertemente protegida. No hay más posibilidades ", dijo César Fernández Morales, de 17 años, originario de Zacatecas, México, que buscaba mejores oportunidades económicas para su familia, antes de ser detenido por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.

César Fernández Morales, un mexicano recientemente deportado dice que la seguridad adicional en la frontera de EE.UU. con la Guardia Nacional y mayor tecnología agregado a los peligros del cruce le han disuadido de ingresar ilegalmente por segunda vez.

Los peligros que enfrentó Morales en su primer intento, agregó, fueron suficientes para convencerlo de no regresar.

'Frijolitos, pero todos juntos'

Laura Elena Jiménez, coordinadora en el Centro Pastoral Maná de Mexicali, un refugio para hombres adultos, dice que con frecuencia hace la misma pregunta a los aspirantes a cruzar la frontera ilegalmente: "¿Por qué no te quedas en tu país, con tu familia, frijolitos pero todos juntos?".

Ellos, que a menudo escapan de la violencia en América Central, le responden de la misma manera: "No entiendes".

Laura Elena Jiménez, dirige un refugio para migrantes adultos hombres en Mexicali, Mexico.

Aún así, Jiménez pide a los migrantes que lo piensen dos veces antes de intentar el peligroso viaje a pie. Más tarde, cuando algunos de ellos vuelven, clamando "derrota", ella los aconseja nuevamente.

"Les digo, 'No, no vuelves derrotado. Vuelves vivo'", dice Jiménez. "Muchos se han quedado en el camino y querían regresar pero no pudieron. "Aférrense a eso", les digo ".