Una decena de contiendas serán las claves en la lucha por el control de Senado de Estados Unidos y muchas de ellas están muy reñidas.
El reto para los demócratas es que muchos de los escaños que están defendiendo son de estados en que los votantes tienden a votar por los republicanos.
De entrada, los republicanos parecen cerca de ganar escaños demócratas en los estados de Montana, Dakota del Sur y Virginia Occidental. También tienen buenas posibilidades en Alaska, Arkansas y Luisiana.
Los republicanos también llevan la delantera en estados normalmente cercanos a los demócratas, como son Colorado y Iowa y su único problema es que defienden escaños en Georgia y Kansas del embate de opositores sorprendentemente fuertes que les pueden obligar a capturar más de los seis puestos demócratas mencionados, para ganar la mayoría.
Un resultado final puede lograrse ya bien entrada la noche del martes, o si en lugares como Luisiana y Georgia hay necesidad de una segunda vuelta, entonces habrá que esperar hasta 6 de diciembre y 6 de enero respectivamente.
Los republicanos tendrán una mejor oportunidad de empujar su agenda nacional si controlan ambas cámaras, pero por otro lado, llevarán el peso de producir leyes significativas o corren el riesgo de decepcionar a los votantes en 2016.