El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planteó el jueves la posibilidad de postergar las elecciones presidenciales de noviembre, una fecha que está consagrada en la Constitución estadounidense.
Sin brindar argumentos, Trump reiteró sus comentarios sobre supuesto fraude electoral a través de las votaciones por correo, planteando que las elecciones del 2020 serían las más "fraudulentas de la historia".
"Será una gran vergüenza para Estados Unidos. ¿¿¿Aplazar la elección hasta que la gente pueda votar de forma apropiada y segura???", escribió Trump.
Trump ha puesto en duda la legitimidad de las boletas por correo, una variante que se ha usado mucho más en las elecciones primarias en medio de la crisis de salud generada por la pandemia y que se antoja imprescindible ante el temor de muchos estadounidenses de contagiarse en caso de tener que acudir personalmente a las urnas.
Varios legisladores, incluyendo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, rechazaron de inmediato la sugerencia de Trump.
La legisladora demócrata respondió al tuit del presidente citando el artículo segundo de la Constitución, donde se estipula que el Capitolio es el que tiene la potestad de establecer la fecha de las elecciones. “El Congreso puede determinar (...) el día en que [los electores] depositarán su voto; ese día será el mismo en todo Estados Unidos", lee el artículo de la carta magna citado por Pelosi.
"Un presidente en ejercicio está esparciendo mentiras y sugiriendo retrasar las elecciones para mantenerse en el poder", dijo el representante demócrata Dan Kildee en Twitter. "No dejes que suceda. Todos los estadounidenses, republicanos, independientes y demócratas, deberían hablar en contra de la ilegalidad de este presidente y el total desprecio de la Constitución".
El senador estadounidense Tom Udall, también demócrata, respondió en Twitter: "No hay forma de que @POTUS pueda retrasar las elecciones. No debemos dejar que nos distraiga de su incompetencia #COVID19".
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ignoró las preguntas de los periodistas sobre el tuit presidencial cuando entró en la cámara el jueves.
El secretario de Estado Mike Pompeo eludió el tema en una audiencia en el Senado y dijo: "No voy a emitir un juicio legal sobre eso sobre la marcha".
Sin embargo, múltiples legisladores republicanos rechazaron la idea. "Desde 1845 hemos tenido elecciones el primer martes después del 1 de noviembre y vamos a tener una nueva este año", dijo el senador Marco Rubio a los periodistas. "Será legítimo, será creíble, será lo mismo de siempre ... la gente debería tener confianza en ello".
El presidente del comité judicial del Senado, el senador Lindsey Graham, también se manifestó en contra de retrasar los comicios, diciendo que piensa que "no es una buena idea".
El analista electoral no partidista estadounidense, Kyle Kondik, de la Universidad de Virginia, dijo a través de un tuit que el comentario de Trump estaría buscando distraer a los votantes de las malas noticias.
"Trump sugiere retrasar las elecciones (no puede hacer esto sin la aprobación del Congreso) parece ser uno de sus intentos más obvios de cambiar el tema dados los miserables números del PIB de esta mañana", escribió Kondik en Twitter.
En un comunicado divulgado por la cadena CNN, el portavoz de la campaña de Trump, Hogan Gidley, indicó que Trump "solo plantea una pregunta sobre el caos que los demócratas han creado con su insistencia en todas las votaciones por correo".
En declaraciones ante el Congreso a principios de esta semana, el secretario de Justicia, William Barr, fue consultado acerca de si Trump podía cambiar la fecha de las elecciones: "Nunca me han hecho la pregunta antes. Nunca la he investigado", dijo.
Barr también dijo que según su conocimiento, un presidente en ejercicio no puede impugnar los resultados de una elección si los recuentos de votos son claros.
El presidente insiste
A pesar de que muchos correligionarios de Trump apuntaron a lo largo de la jornada que el mandatario no hablaba en serio y que solo quería abrir el debate, el propio presidente se mostró tajante al respecto apenas unas horas más tarde, durante una rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca.
"He estado viendo elecciones durante tantos años y dicen: «se prevé que el ganador» o «el ganador es»... y no quiero que eso suceda una semana después del 3 de noviembre, o un mes", declaró Trump.
El presidente incluso insinuó que podría ser que una de las partes, sin aclarar si se refería a sí mismo, acudiera a los tribunales en caso de no estar conforme con los resultados, lo que podría bloquear la situación durante "años".
"O incluso puede nunca llegar a saberse quién ganó las elecciones", dijo el mandatario, quien en su tuit había argumentado que su idea de posponer los comicios evitarían "una gran vergüenza" para el país.
"¿Quiero un cambio de fecha? No, pero no quiero ver una elección distorsionada", zanjó.