En Fotos | Los retablos, el regalo de los Andes peruanos al mundo

Los retablos tienen su origen en la región peruana de Ayacucho, a casi 600 kilómetros al sureste de Lima, y los artesanos que los elaboran lo hacen con técnicas heredadas y mejoradas de generación en generación.

Los artistas detrás de los retablos fabrican cada pieza a mano. Usan papa hervida y molida mezclada con yeso o tiza para modelar las figuras y las pintan con acrílicos o anilina en un trabajo minucioso que puede tomar días o meses, dependiendo del tamaño del retablo y la cantidad de elementos que contenga.

Los artesanos que elaboran estas piezas de arte buscan retratar sus costumbres, fiestas religiosas, labores cotidianas a través de la minuciosidad de sus trabajos. Detrás de estas obras hay una tradición familiar que resguarda bien sus técnicas y secretos.

El 2020, el año en el que se declaró la pandemia, plasmaron la emergencia en sus piezas. En el retablo de la imagen, hecho por la familia Ramos, se colocó mascarilla a las figuras de José, María y los pastores.

Los hay de todos los tamaños y para todos los gustos y usualmente están confeccionados en una caja de madera resistente al paso del tiempo, que puede ser rectangular o cuadrada con sus puertas unidas con tiras de cuero.

El artesano Alfredo López Morales proviene de una larga y reconocida tradición familiar de retablistas ayacuchanos. En la foto se aprecian la Cruz de San Pedro y la Cruz del Espíritu Santo, que él mismo fabricó, además del retablo que le tomó seis meses en elaborar.

Cristian Urbano tiene 31 años e hizo su primer retablo a los nueve años. Su familia es una de las más reconocidas en este arte y fue la encargada de elaborar la pieza que se le obsequió al Papa Francisco cuando visitó Perú en el año 2018.

Estas obras de arte retratan costumbres, sentimientos, la vida diaria. Se trata de una de las manifestaciones artísticas más reconocidas de la zona andina del Perú, que en estas épocas festivas de diciembre recogen la fe de una población resiliente.