Una economía en desaceleración está impulsando a los compradores chinos a reevaluar sus hábitos de gastos durante el Año Nuevo Lunar de este año, tradicionalmente la temporada de compras más importante del país.
Analistas y compradores aseguran que este año, especialmente los consumidores jóvenes chinos se están centrando más en la "rentabilidad" al comprar ropa, accesorios, alimentos y productos electrónicos.
Xu, de 31 años, trabaja para una aerolínea estatal en Beijing y dice que en el pasado sus ingresos eran altos y gastaba en viajes, entretenimiento y salir a comer. Pero desde la pandemia y las estrictas medidas de bloqueo de China, sus ingresos se han vuelto inestables. La joven advierte que la vida no se ha vuelto demasiado difícil pero que viajar al extranjero ya no es una opción fácil.
También lea ¿Qué es el Año Lunar asiático y cómo se celebra?Aunque los consumidores del gigante asiático tienen menos para gastar y los precios están subiendo en general, Xu asegura que todavía se pueden encontrar gangas. Las comidas preparadas para grupos en restaurantes, por ejemplo, cuestan aproximadamente la mitad de lo que costaban antes de la pandemia, aunque la calidad de la comida y el servicio no han cambiado.
"Cuando tienes la idea de vivir dentro de tus posibilidades, te vuelves sensible a los precios", dijo la joven. "Los artículos más populares en el mercado ahora son aquellos que tienen necesidades funcionales y pueden hacerte lucir bien, pero al mismo tiempo son rentables".
Dejando atrás la "pobreza exquisita"
Xu dice que hace unos años, los jóvenes de Beijing perseguían la "pobreza exquisita", lo que significa que aunque sus bolsillos no eran demasiado profundos, gastaban en artículos de lujo de marcas famosas, lo que resultaba en malas condiciones de vivienda o calidad de vida. Pero, dice, ya son menos lo que hacen esto.
Xu solicitó que la Voz de América no usara su nombre completo para poder hablar más libremente sobre el tema. La economía se ha convertido en otro asunto delicado en China a medida que el país enfrenta más desafíos.
China había esperado que su economía se recuperara tras el fin de los estrictos controles pandémicos de COVID-19 el año pasado, pero en cambio está lidiando con una serie de problemas que incluyen un mayor desempleo, aumento de precios y caída de salarios.
Wei, de 33 años, trabaja en un banco estatal en Shanghai. No quiso utilizar su nombre completo debido a lo delicado del tema. Según ella, los signos de la desaceleración económica se pueden ver en las tiendas vacías de los centros comerciales y en el cambio hacia sitios de comercio electrónico en línea y productos de alta calidad a bajo precio.
"Hoy en día, la gente no está tan interesada en consumir artículos de lujo como antes, lo cual es comprensible. Cuando las expectativas para la economía futura no son tan buenas, definitivamente no querrás gastar todo tu dinero actual en bienes caros", dijo Wei.
Ella dice que tanto las plataformas de comercio electrónico como las marcas fuera de línea están lanzando alternativas asequibles y de alta calidad a medida que los consumidores se vuelven más racionales con respecto a los costos.
Resurgimiento del producto local
China ha alentado durante mucho tiempo a los consumidores a comprar productos locales y en una reunión de alto nivel sobre economía a finales del año pasado, los líderes del país hicieron de impulsar el consumo interno un objetivo clave para 2024.
Antes del Año Nuevo Lunar, el Ministerio de Comercio de China anunció que estaba implementando más medidas para impulsar la compra de vehículos, electrodomésticos y muebles para el hogar, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
Chen Xinlei, profesor de marketing en la Escuela de Graduados en Negocios Cheung Kong, afirma que la gente no debería darle demasiada importancia a las reducciones del consumo en China.
Explica que los precios bajos son una tendencia mundial y que la rentabilidad no sólo puede verse en China, mientras señala que las tiendas de descuento llegaron a China desde Estados Unidos y Japón.
El experto agregó que el auge de las plataformas de redes sociales también ha ayudado a los jóvenes chinos a encontrar su propia identidad y evitar los artículos de lujo. No es porque no puedan permitirse bienes de lujo, añade, sino porque carecen de individualidad.
"La gente que no puede permitírselo solía decir: 'Tengo envidia. Espero tener un bolso Hermes, pero no puedo permitírmelo'. Hoy en día, muchos jóvenes dicen: 'No necesito esto, ¿por qué lo necesito?'", dice Chen.
"Esto ha llevado al aumento de productos nacionales y de las llamadas marcas de moda. En realidad, es una forma de encontrar otras identidades para satisfacer sus necesidades únicas", concluyó.
[Reporte de Lin Nai-Chuan]
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