La apertura de negociaciones por el presupuesto en Washington entre el oficialismo demócrata y la oposición de los republicanos, que dominan el Congreso, se procesó con una movida de la Casa Blanca que se propone a realizar recortes inmediatos por $6.500 millones de dólares al gasto.
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Los republicanos impulsan recortes del gasto, especialmente impulsados por el grupo conservador "Tea Party", cuyos representantes en el Congreso exigen reducciones que serían hasta 10 veces mayores.
La plataforma del ala más conservadora y dura de la oposición republicana en materia de recorte del gasto, se basa en el concepto de disminuir el tamaño del gobierno federal.
El gobierno del presidente Barack Obama elevó la propuesta inicial, para lanzar las conversaciones. Si bien las encuestas revelan un amplio apoyo a los recortes al presupuesto, el debate se hace complejo cuando se debe definir donde habrá recortes, debido a temas de alta sensibilidad pública como educación o seguridad fronteriza.
"Las conversaciones continuarán", anunció el vicepresidente Joe Biden en un comunicado, tras el encuentro que sostuvo con el presidente de la cámara de representantes, el representante por Ohio, John Boehner, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harrry Reid, la líder del partido de la minoría demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Sin embargo, Brendan Buck, vocera de Boehner, dijo antes del encuentro que los recortes de esa magnitud eran "poco más que el 'statu quo'", en referencia a que aspiran a lograr más.
Los republicanos inicialmente aprobaron en el Congreso un recorte de $61.000 millones de dólares que la Casa Blanca amenazó vetar y que fue definido por los demócratas como un recorte negligente. Sin embargo, la propuesta de la Casa Blanca es el primer recorte específico propuesto.