Funcionarios correcionales de Carolina del Sur dicen que tendrán que posponer una ejecución prevista para el viernes porque no cuentan con las sustancias necesarias para la inyección letal.
Un abogado del Departamento Correccional del estado escribió en una carta a la Corte Suprema de Carolina del Sur que la agencia no podrá realizar la ejecución de Richard Bernard Moore debido a la falta del compuesto empleado, del que carece desde el 2013. La agencia de noticias Associated Press obtuvo una copia de dicha carta.
La corte programó la ejecución de Moore después de agotarse las posibilidades de apelaciones el mes pasado. Moore, de 55 años, ha pasado casi dos décadas condenado a muerte tras ser declarado culpable del asesinato en 1999 de un trabajador de una tienda de conveniencia en el condado de Spartanburg. Él podría convertirse en la primera persona en ser ejecutada en Carolina del Sur en casi una década.
Los protocolos normales de ejecución del estado requieren de tres sustancias: Pentobarbital, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio. Pero la agencia correccional ha dicho que no dispone de dichos fármacos desde el 2013, cuando se le agotaron. La agencia había dicho previamente que se reserva el derecho de ejecutar a Moore con una sola dosis letal del sedante Pentobarbital.
Lindsey Vann, del equipo legal de Moore, dijo el lunes que el retraso no tenía “precedentes”, agregando que no conocía de ninguna otra ejecución en Carolina del Sur que necesitara semejante retraso debido a falta de las fármacos.
En 2017, funcionarios correccionales dijeron que no podían ejecutar a Bobby Wayne Stone sin las drogas debidas. En ese momento, sin embargo, Stone no había agotado sus apelaciones en las cortes.
También lea La administración Trump buscará la pena de muerte para los miembros del MS-13Funcionarios de la prisión dijeron que por ley, Moore debe ser ejecutado por inyección letal porque no escogió entre inyección letal o electrocución antes de una fecha límite a inicios de este mes. Los abogados de Moore dicen que él no tomó la decisión porque la agencia no está siendo transparente con sus protocolos de ejecución.
El equipo legal de Moore también está pidiendo que se bloquee la ejecución en la corte federal.
Obtener las sustancias para inyección letal se ha vuelto cada vez más difícil en Estados Unidos debido a que sus productores se han vuelto renuentes a vender a los estados por la presión de activistas opuestos a la pena de muerte. El jefe correccional, Bryan Stirling, junto al gobernador y el fiscal estatal, han abogado por una ley para proteger las identidades de los fabricantes que provean dichas sustancias.
Legisladores estatales también han discutido una ley que requeriría que los condenados a muerte sean ejecutados en la silla eléctrica si una inyección letal no está disponible.
Moore es una de 37 personas, todos hombres, actualmente condenados a muerte en Carolina del Sur. Algunos fiscales han buscado menos la pena de muerte en años recientes, citando la incapacidad del estado para realizar ejecuciones. La última ejecución en Carolina del Sur fue en el 2011.