El Pentágono ordenó a "algunas" de las unidades regulares que habían sido desplegadas con motivo de los disturbios en Washington DC volver a sus bases, informó el Departamento de Defensa.
"El Departamento tomó la decisión de devolver a sus bases a los miembros de algunas de las unidades regulares desplegadas en la región de la capital. Monitoreamos constantemente esta situación dinámica. El retorno del resto de los miembros del ejército en servicio activo dependerá de las condiciones", señaló el teniente coronel Chris Mitchell, vocero del Pentágono, en un comunicado remitido a la Voz de América.
La decisión llega en medio de tensiones entre la Casa Blanca y el secretario de Defensa, Mark Esper, quien el miércoles dijo no aprobar el despliegue de tropas regulares para hacer frente a las protestas que trufan todo el país debido a la muerte de un hombre afroestadounidense cuando se encontraba bajo custodia policial.
Por contra, el presidente Donald Trump advirtió el lunes que, en caso de que no cejaran los disturbios, movilizaría "todos los recursos federales disponibles, civiles y militares".
Cientos de agentes de distintas agencias federales —la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, la Agencia Federal de Prisiones, la Administración para el Control de Drogas, entre otras— han sido desplegadas en la capital en los últimos días.
Las tropas regulares trasladadas por el Departamento de Defensa están en la región de la capital, que incluye el norte de Virginia y el sur de Maryland, y no en la ciudad de Washington, según detalló Mitchell.
“[Las tropas] están en estado de alerta, pero no han participado en ninguna de las operaciones defensa de la autoridad civil”, subrayó el portavoz.
En la capital, la Guardia Nacional ha desplegado 1.200 efectivos de la región y otros 3.900 provenientes de otros estados que "están o estarán apoyando" la presencia de las fuerzas del orden, añadió Mitchell.
También lea El ejército de EE.UU. se desmarca de la políticaLa alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, pidió el viernes al presidente Trump que se retire toda la presencia “militar y fuerzas de orden público” ajenas a la ciudad, argumentando que las últimas manifestaciones han sido pacíficas.
Desde el miércoles, no ha habido arrestos en la capital en conexión con las protestas y el jueves, la alcaldesa decidió levantar el toque de queda que se estado en vigor desde el domingo por la noche.
El lunes en la tarde, antes de que agentes federales lanzaran gas lacrimógeno a manifestantes frente a la Casa Blanca para dispersar la calle y, según algunas voces críticas, permitir que el presidente se hiciera una foto con una biblia, Trump criticó las protestas y amenazó con desplegar el ejército si los estados no recurrían a la Guardia Nacional.
Dos días después, en una rueda de prensa celebrada en el Pentágono, Esper dijo que no aprobaba invocar la Ley de Insurrección de 1807, que es la que permitiría al presidente desplegar el ejército para “suprimir, en cualquier estado, la insurrección, violencia interna, asamblea o reunión ilegal”.
Esper apuntó que, en su opinión, esa ley solo debe ser invocada “en las situaciones más urgentes y extremas”. “No estamos ahora en una de esas situaciones”, zanjó.