El presidente Donald Trump llamó al gobernador de Georgia, Brian Kemp, para urgirle que persuada a la legislatura estatal que revierta la victoria del presidente electo Joe Biden en ese estado y le pidió que ordene una auditoría de las firmas de las boletas de votantes ausentes, reveló el diario The Washington Post, que calificó el hecho como “el más reciente esfuerzo descarado del presidente para interferir con la elección del 2020”.
Horas antes de realizar un acto de campaña en Georgia en apoyo a los dos senadores republicanos, que enfrentan una segunda vuelta de votaciones, Trump presionó al gobernador Brian Kemp para que convoque una sesión especial de la legislatura estatal para que los legisladores anulen los resultados y designen a electores que lo apoyen a él, según una persona familiarizada con la conversación y quien pidió permanecer en anonimato para describir la llamada privada, según el Washington Post.
El diario indicó que el presidente también pidió al gobernador que pida una auditoría de las firmas en los votos por correo, algo sobre lo que Kemp ya había dicho que no tiene autoridad. Kemp rechazó el pedido de Trump, según la misma persona.
También lea Georgia ordena recuento de votos tras reñido resultado Trump BidenEl gobernador hizo después referencia de su conversación con Trump en un tuit que publicó alrededor del mediodía del sábado, señalando que dijo al presidente que él ya había abogado públicamente por una auditoría de las firmas. Cody Hall, portavoz de Kemp, confirmó que los dos hombres hablaron. El portavoz de la campaña de Trump, Tim Murtaugh rehusó hacer comentarios.
“El más reciente ejemplo del extraordinario esfuerzo de Trump para revertir la victoria de Biden se produce mientras su equipo legal ha afrontado un rotundo fracaso en sus intentos de usar las cortes para revertir la elección”, afirmó el diario. “El viernes, el presidente y sus aliados sufrieron derrotas legales en seis estados”.
Los intentos de Trump por presionar a Kemp se producen en medio de altas apuestas políticas en Georgia, donde ambos senadores titulares se enfrentan a elecciones de segunda vuelta que podrían determinar qué partido controlará el Senado.
El presidente presidió un acto de campaña en favor de los senadores David Perdue y Kelly Loeffler el sábado por la noche, su primera actividad política desde antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Aunque los líderes republicanos pidieron la ayuda de Trump con las contiendas de Perdue y Loeffler, Trump se ha mantenido enfocado en su derrota en el estado, “promoviendo alegatos sin fundamento de que la victoria de Biden fue basada en fraude”, agregó el Washington Post.
Kemp, quien había sido aliado de Trump, se ha convertido en la bolsa de golpes del presidente quien le ha llamado “desventurado” por no hacer más para ayudarle a revertir por la fuerza la victoria de Biden.
“Yo fácil y rápidamente ganaría Georgia si el gobernador o el secretario de Estado permitieran una simple verificación de firmas”, tuiteó Trump el sábado. “No se ha hecho y mostraría discrepancias de gran escala. ¿Por qué estos dos “republicanos” dicen que no? Si ganamos en Georgia, todo lo demás caería en su lugar”.
Kemp respondió a Trump con su propio tuit diciendo: “como le dije al presidente esta mañana, yo he hecho públicamente un llamado para una auditoría de firmas en tres ocasiones, para restaurar la confianza en nuestro proceso de elecciones y para asegurar que sólo votos legales fueron contabilizados en Georgia”.
“Trump y sus aliados han alegado falsamente sin ninguna evidencia que funcionarios electorales de condados aceptaron boletas donde las firmas en los sobres no coincidían con las firmas en archivo”, afirmó el Washington Post.
Aún si funcionarios auditaran las firmas en los sobres de las boletas, sería imposible contrastarlas con las boletas mismas, las cuales son separadas de los sobres durante el procesamiento para proteger la privacidad de los votantes, como lo requiere la Constitución de Georgia.
También lea El conteo de las elecciones en Georgia se hace más estricto durante el análisis de las últimas boletasKemp ha pedido que el secretario de Estado, Brad Raffensperger, realice una auditoría, pero su despacho ha dejado claro que el gobernador no tiene la potestad para ordenar dicha medida.
“La ley de Georgia prohíbe al gobernador interferir en elecciones. El Secretario de Estado, que es un funcionario electo constitucionalmente, tiene supervisión sobre las elecciones que no pueden ser anuladas por orden ejecutiva”, dijo días atrás el portavoz de Kemp en respuesta a las demandas de Trump, indicó el diario capitalino.
Kemp también dijo que él no convocará a una sesión especial de la legislatura. Abogados de Raffesperger han determinado que la ley actual de Georgia no confiere a los legisladores estatales ningún rol para designar electores.