Familiares de 35 presos que no fueron excarcelados por el gobierno de Nicaragua y enviados a Estados Unidos la semana pasada pidieron el martes a la comunidad internacional que presione para que todos sean liberados.
En el grupo se encuentra el obispo católico Rolando Álvarez, al que las autoridades del país centroamericano condenaron el viernes a 26 años y cuatro meses de cárcel, un día después que se negó a subir a un avión junto con otros 221 prisioneros que fueron liberados y enviados a Washington.
"Nuestros familiares se encontraban en la lista oficial de presos políticos y no fueron tomados en cuenta para su liberación", denunciaron los parientes de los encarcelados, en una conferencia de prensa en Managua.
También lea Excarcelados nicaragüenses, con la cabeza en España y el corazón en NicaraguaEl presidente Daniel Ortega dijo el jueves, tras el excarcelamiento masivo, que dos de ellos no habían querido subir a la aeronave y cuatro fueron rechazados por Washington. Los seis están en la lista de 35 personas del llamado Comité de Familiares de Presos y Presas Políticas.
Los denunciantes aseguraron que los prisioneros están en celdas de aislamiento sin acceso a visitas. Reuters no pudo obtener de inmediato comentarios del Gobierno.
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