El excomandante paramilitar colombiano Salvatore Mancuso le respondió el viernes duramente al senador estadounidense Marco Rubio, quien esta semana pidió a las autoridades norteamericanas rechazar la petición de Colombia para extraditarlo a su país.
El miércoles el congresista republicano de Florida pidió al gobierno de Estados Unidos no extraditar a Mancuso a Colombia hasta que no se cancele su designación como “gestor de paz”, una figura creada en el país sudamericano para apoyar la búsqueda de acuerdos con grupos armados ilegales.
Mancuso, quien fue comandante de organizaciones contraguerrilla -también conocidos como grupos paramilitares-, fue enviado a Estados Unidos en marzo de 2008 y pagó una condena en ese país por delitos relacionados con el narcotráfico.
El 23 de julio el presidente colombiano Gustavo Petro anunció la designación del excomandante paramilitar como “gestor de paz” y en los últimos días las autoridades colombianas insistieron en la petición para que Mancuso sea extraditado a Colombia, petición que Rubio pidió que sea rechazada.
En respuesta, Mancuso manifestó que el pedido de Rubio “no sólo va más allá de sus funciones, sino que socava fundamentos de justicia y derechos humanos fundamentales y se basa en flagrantes imprecisiones e información errónea” y que además “busca influir en decisiones internas de Colombia relacionadas con la paz y recuerda un intervencionismo caduco e inaceptable”.
También lea Colombia insiste en extraditar de EEUU a exguerrillero para equipo de paz en medio de controversiaEl excomandante paramilitar le envió una carta al congresista estadounidense, publicada por varios medios de comunicación en Colombia, en la que le explicó que la figura de “gestor de paz” busca justamente “la restitución de los derechos de las víctimas” con su participación en diferentes acciones humanitarias en el país.
“En mi caso concreto la búsqueda de personas dadas por desaparecidas y la búsqueda de la paz con los actores del conflicto armado. Pero lo más importante aún, busca nuestra contribución para que nada de esto se vuelva a repetir nunca más, para evitar víctimas en el futuro”, manifestó Mancuso.
En la misiva también se refirió al “limbo legal” en el que lo tienen las autoridades estadounidenses desde que cumplió su condena en ese país y advirtió que las peticiones de extradición a Colombia y los recursos legales que interpusieron sus abogados fueron anteriores a la designación que le hizo el presidente Petro para acompañar las negociaciones de paz.
“Su carta presume que mi rol en las futuras negociaciones de paz implica algún tipo de acción delictiva, desconociendo un principio básico del Estado de Derecho, la presunción de inocencia. No es el único, desafortunadamente algunos funcionarios públicos en Colombia también opinan que el único lugar para quienes estuvimos en la guerra es una cárcel, que nuestra única convicción es el delito y no tenemos derecho a una segunda oportunidad”, afirmó.
En las últimas semanas ha habido un debate jurídico en Colombia acerca del destino que tendría Mancuso en caso de que Estados Unidos acceda a extraditarlo. Para algunos expertos en temas jurídicos, el excomandante paramilitar debe ir a la cárcel debido a que tiene procesos pendientes con la justicia colombiana. Pero para otros sectores, incluido el gobierno, quedaría libre una vez que aterrice en el país.