El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el 4 de septiembre que dos ciudadanos rusos, Kostiantyn Kalashnikov y Elena Afanasyeva, habían sido acusados de conspiración para violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros y de conspiración para actividades de lavado de dinero en el Distrito Sur de Nueva York.
“El Departamento de Justicia ha acusado a dos empleados de RT, un medio de comunicación controlado por el Estado ruso, por un plan de 10 millones de dólares para crear y distribuir contenido a audiencias estadounidenses con mensajes ocultos del gobierno ruso”, dijo el secretario de Justicia de EEUU, Merrick Garland.
“El Departamento de Justicia no tolerará los intentos de un régimen autoritario de explotar el derecho al libre intercambio de ideas de nuestro país para promover de manera encubierta sus propios esfuerzos de propaganda. Nuestra investigación sobre este asunto continúa en curso”, agregó Garland.
Ese mismo día, el Departamento de Justicia anunció la incautación de 32 dominios de internet utilizados en la campaña de influencia maligna extranjera “Doppelganger” dirigida por el gobierno ruso, argumentando que violaba las leyes de marcas comerciales y lavado de dinero de Estados Unidos.
Desmontada la campaña del Doppelganger
Los expertos que estudian la desinformación dicen que desbaratar la campaña de los influencers pagados es un paso importante en los esfuerzos para contrarrestar la estrategia de desinformación más amplia del Kremlin de difundir propaganda que socava el apoyo a Ucrania y aviva las divisiones políticas estadounidenses.
"Los esfuerzos persistentes para hacerse pasar por sitios web de noticias confiables y promover su contenido a gran escala de manera coordinada pueden tener un impacto tangible, difundiendo narrativas de propaganda por todas partes de manera consistente", indicaron Roman Osadchuk y Eto Buziashvili, investigadores del Laboratorio de Investigación de Desinformación del Atlantic Council, un grupo de expertos con sede en Washington.
Según una declaración jurada del FBI, la campaña rusa "Doppelganger" creó dominios que se hacían pasar por sitios de medios legítimos, produjo perfiles falsos en las redes sociales y desplegó "influencers" en todo el mundo.
Según los investigadores del Atlantic Council, el método principal utilizado por los implicados en "Doppelganger" es publicar en X y otras plataformas de redes sociales, enlaces a sitios de noticias falsos en respuestas a publicaciones de políticos, celebridades, influencers y otros con grandes audiencias.
Osadchuk dijo a la VOA que si bien es poco probable que las medidas del FBI detengan las actividades de influencia rusas, las harán más costosas, y señaló que los involucrados en la campaña de influencia rusa se verán obligados "a reescribir guiones, cambiar la infraestructura de la operación, etcétera".
Al mismo tiempo, según Osadchuk, las medidas del gobierno de Estados Unidos contra los implicados en la campaña de influencia, que fueron ampliamente cubiertas en los medios estadounidenses e internacionales, educarán a una audiencia más amplia.
"Los investigadores de la desinformación rusa han sabido sobre la campaña Doppelganger. Ahora, los estadounidenses y las personas en otros países se han enterado y tal vez se vuelvan más conscientes de que no toda la información que consumen proviene de fuentes legítimas y, con suerte, estarán más atentos a los nombres de dominio y otras señales que podrían indicar que la página que están leyendo no es The Washington Post o Fox News, sino una falsificación creada por entidades vinculadas al Kremlin”.
También lea "No era periodista", alega el Kremlin sobre el colaborador de Reuters asesinado en un ataque con misilesLos influencers serán más conscientes
En una declaración publicada después de acusar a los dos empleados de RT, el Departamento de Justicia dijo: “Al menos durante el año pasado, RT y sus empleados, incluidos Kalashnikov y Afanasyeva, desplegaron casi 10 millones de dólares para financiar y dirigir de manera encubierta una empresa de creación de contenido en línea con sede en Tennessee [U.S. Company-1]”.
Además indicó que “U.S. Company-1” había “publicado videos en inglés en múltiples canales de redes sociales, incluidos TikTok, Instagram, X y YouTube”.
Bret Schafer, un investigador de desinformación de la Alianza para Asegurar la Democracia, un grupo de defensa política creado bajo los auspicios del grupo de expertos de German Marshall Fund, basados en Washington, dijo a la VOA que al financiar a la empresa de creación de contenido estadounidense, Rusia pudo crear un canal de información con una gran audiencia y usarlo para mensajes como culpar a Estados Unidos y Ucrania por el ataque terrorista de marzo en una sala de conciertos de Moscú.
El Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de ese ataque.
El cierre de ese canal de información ruso envió un poderoso mensaje a los influencers y creadores de contenido para que hagan "la debida tarea de averiguar sobre las personas que financian su trabajo y traten de saber quién está detrás de estas empresas y sus motivos", dijo Schafer.
Ben Dubow, un investigador de desinformación afiliado al Centro de Análisis de Políticas Europeas, un grupo de investigación con sede en Washington, cree que es poco probable que los influencers contratados por Tenet Media pierdan a sus seguidores actuales, pero afirmó que podrían tener dificultades para atraer a nuevos.
"Es de esperar que la gente que de otro modo podría explorar a esos influencers reconozca sus nombres y los entienda como poco fiables ahora", dijo a la VOA.
La acusación del Departamento de Justicia cita a la editora en jefe de RT, Margarita Simonian, diciendo en una entrevista en la televisión rusa que RT construyó "una red enorme, un imperio entero de proyectos encubiertos" para influir en las audiencias occidentales.
El documento del FBI también reveló que una de las empresas rusas sancionadas tenía una lista de 2.800 personas activas en las redes sociales en Estados Unidos y otros 80 países, incluidos “presentadores de televisión y radio, políticos, blogueros, periodistas, empresarios, profesores, analistas de centros de estudios, veteranos, profesores y comediantes”, a quienes la empresa se refiere como “influencers”.
Your browser doesn’t support HTML5
Medidas concretas y oportunas
Varios expertos elogiaron al gobierno estadounidense por tomar medidas concretas.
“Están sancionando a individuos e interrumpiendo la cadena de suministro de influencia disponible para estos actores amenazantes”, señaló Olga Belogolova, directora de la Iniciativa de Tecnologías Emergentes en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de Johns Hopkins.
"Las medidas punitivas deben formar parte del paquete", afirmó Jakub Kalenský, analista senior del Centro Europeo de Excelencia para la Lucha contra las Amenazas Híbridas en Helsinki. "De lo contrario, los agresores tienen vía libre para continuar con su agresión sin oposición. Y para identificar a quienes merecen ser castigados, es necesaria una investigación adecuada por parte de las autoridades".
Los expertos también afirmaron que las acciones del Departamento de Justicia se tomaron con la suficiente antelación para evitar que se influyera en las elecciones estadounidenses de noviembre.
Al anunciar sus acciones contra la campaña de desinformación rusa, los representantes del gobierno de Estados Unidos no mencionaron a qué partido político o candidato creían que los rusos estaban tratando de ayudar.
"Sé que el gobierno de Estados Unidos, incluidas las agencias y el Centro de Influencia Maligna Extranjera de la ODNI [Oficina del Director de Inteligencia Nacional], han estado pensando mucho durante los últimos años sobre cómo comunicar estratégicamente estas acciones sin amplificar involuntariamente las mismas campañas que están tratando de frustrar o politizar el tema. Y creo que en realidad han hecho un buen trabajo para lograr ese equilibrio, al menos por lo que he visto hasta ahora", dijo Belogolova.
Ihor Solovey, quien dirige el Centro de Comunicación Estratégica y Seguridad de la Información del gobierno ucraniano, dio la bienvenida a las acciones del gobierno de Estados Unidos, pero dijo a la VOA que se necesitan más medidas para frustrar las actividades rusas en las redes sociales.
“X, TikTok o incluso más el Telegram ruso, es poco probable que quieran gastar en la lucha contra los bots, las granjas de trolls o la desinformación planificada”, dijo. Además agregó que solo la presión de un Estado, o incluso una coalición de Estados, podrá obligar a estas plataformas de redes sociales a bloquear a los intrusos y el contenido malicioso.
Andrei Dziarkach, del Servicio Ruso de la VOA, contribuyó a este informe.
[Los periodistas Nataliia Churikova y Andrei Dziarkach, contribuyeron en esta historia]
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.