Después del fútbol, las Favelas son parte de los íconos de Brasil, pero también son lugares llenos de estereotipos.
Antes de decidirnos visitar una de las casi 7 mil favelas que hay en todo Brasil, algunos nos advirtieron del peligro. Los mismos brasileños, “de la ciudad”, aseguran que se mantienen alejados de ellas.
No obstante, en muchas de estas favelas, el peligro no es más que un rumor. No todas las Favelas son iguales. Algunas son pobres, sin acceso a servicios básicos, otras podrían ser un barrio de clase media en cualquier país del mundo.
El censo más reciente sobre las Favelas en Brasil data de 2010. Para entonces, el 6 por ciento de la población, más de 11 millones de personas, vivía en estos barrios, que crecieron sobre todo en los años 70, ante la migración de miles de personas en busca de trabajo en la ciudad.
En la Favela Da Tavares, las personas son amigables y muy trabajadoras. Sus habitantes sostienen que se trata de un barrio seguro y como el resto de Brasil, el fútbol es de lo que más se habla.
Dentro de Tavares se puede encontrar de todo. Artistas, negocios, comercio, turistas, una vista increíble y un ambiente muy amigable.
Los niños no pierden oportunidad para jugar un partido, y soñar con ser un día convocados a representar a su selección.
En las Favelas de Brasil, uno puede llegarse a sentirse rodeado de amigos, sobre todo cuando juega la “Verde Amarella”. En ese momento todo se paraliza.
Mañana la vida continuará en las Favelas. Sitios humildes de donde pueden salir las peores o mejores historias de Brasil.