El gobierno estadounidense anunció el lunes que solo aceptará solicitudes de asilo, en la frontera sur, de migrantes que hayan pedido el beneficio y se les haya negado, en al menos un tercer país, que hayan atravesado en su ruta a EE.UU.
El gobierno de Trump afirma que quiere frenar el flujo de solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur. La mayoría son centroamericanos que han viajado a través de México y Guatemala en camino hacia EE.UU., aunque algunos provienen de Cuba, Venezuela y África.
En un comunicado conjunto, el Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional dijeron que la nueva norma establece un "estándar" para los inmigrantes que intentan llegar al país por la frontera sur estadounidense, "al fijar más restricciones o límites de elegibilidad para los extranjeros que piden asilo en Estados Unidos".
La nueva norma publicada en el Registro Federal deberá entrar en vigencia el martes y se aplica incluso a niños que hayan cruzado la frontera solos.
El secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin K. McAleenan, fue citado en el comunicado conjunto: "Si bien la reciente financiación suplementaria es absolutamente vital para ayudar a enfrentar la crisis, la verdad es que no será suficiente sin cambios específicos en el marco legal de nuestro sistema de inmigración".
Además indicó que la nueva medida "ayudará hasta que el Congreso pueda actuar".
La norma en cuestión tiene algunas excepciones, entre ellas las víctimas de tráfico humano, los migrantes que atraviesen algún país que no haya firmado los tratados internacionales importantes que rigen la gestión de los refugiados, así como los que solicitaron protecciones en otro país y les fueron negadas. Estos casos todavía podrían solicitar asilo en Estados Unidos.
Barr: EE.UU. es un país "generoso" pero "abrumado"
En el comunicado conjunto fue citado también el fiscal general, William P. Barr: "Esta regla es un ejercicio legal de la autoridad provista por el Congreso para restringir la elegibilidad para el asilo. Estados Unidos es un país generoso, pero está completamente abrumado por las cargas asociadas con la detención y el procesamiento de cientos de miles de extranjeros a lo largo de la frontera sur", dice el comunicado.
Barr indicó que la nueva norma "reducirá" la capacidad de los migrantes y otros actores de este entramado "que buscan explotar nuestro sistema de asilo para obtener la entrada a Estados Unidos".
Posibles desafíos legales
Se espera que la nueva norma enfrente desafíos legales. La ley de EE.UU. permite que los refugiados soliciten asilo cuando llegan a suelo estadounidense, independientemente de cómo lo hayan conseguido. Existe la excepción para aquellos que han llegado a través de un país considerado "seguro".
Actualmente Estados Unidos tienen un acuerdo de este tipo, conocido como "tercer país seguro", solo con Canadá.
"No tengo la mas mínima duda de que va a ser desafiada en los tribunales", dijo a la Voz de América Diego Ferreyra, abogado experto en inmigración, "va en contra de muchos de los principios de lo que es la protección de refugiados".
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Históricamente, a la hora de pedir asilo, se pedía a las personas que habían vivido en otro país diferente a su lugar de nacimiento demostrar que no habían establecido raíces allí, explicó el abogado.
"Es muy diferente a decir que por transitar en ese país está obligado a pedir una protección que no puede ofrecer", añadió.
También lea Arrancan redadas contra inmigrantes indocumentados en EE.UU.La ONG Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), la cual ha llevado a la corte varias de las políticas migratorias del gobierno de Trump, respondió a través de su cuenta de Twitter a la medida calificándola de "visiblemente ilegal".
"El gobierno de Trump está tratando de revertir unilateralmente los compromisos legales y morales de nuestro país con la protección de las personas que huyen del peligro", dice un mensaje en la cuenta de la ONG, afirmando que demandarán "con rapidez".
Por su parte, el representante de la Cámara de Representantes, Lou Correa, dijo a la Voz de América que la medida no fue una decisión de "EE.UU. sino solo del presidente" y que "va a necesitar que el Congreso apruebe su decisión y no lo vamos a hacer".
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La senadora Kamala Harris, demócrata por California calificó la nueva restricción de asilo como "deliberadamente cruel". La senadora Dianne Feinstein, otra demócrata por California, dijo que la medida, "no solo es ilegal, sino despiadada y cruel".
La nueva regla también se aplicará a la selección inicial de asilo, conocida como entrevista de "miedo creíble", en la que los migrantes deben demostrar que tienen un temor real de regresar a su país de origen. Se aplica a los migrantes que llegan a Estados Unidos, no a los que ya están en el país.
Entre otros críticos de la nueva restricción estadounidense de asilo este lunes estuvieron la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU para Refugiados (UNHCR por sus siglas en inglés), Amnistía Internacional y Human Rights Campaign.
"ÚLTIMA HORA: estamos profundamente preocupados por las nuevas restricciones de asilo en Estados Unidos...", dice un tuit de ACNUR que acompaña la más reciente declaración de la agencia sobre la nueva medida que impide a la mayoría de las personas que cruzan la frontera sur de EE.UU. pedir asilo.
La declaración dice que la medida pondrá en peligro a las personas vulnerables que necesitan protección internacional contra la violencia o la persecución. "Entendemos que el sistema de asilo de los Estados Unidos está bajo una presión significativa", dice el Alto Comisionado Filippo Grandi en el comunicado, y ofrece que, "Estamos listos para desempeñar un papel constructivo si es necesario para ayudar a aliviar esta tensión".
Grandi apunta que la nueva restricción de asilo de EE.UU. "socavará los esfuerzos de los países de la región para diseñar las respuestas colectivas y coherentes que se necesitan", y califica la medida como "severa y no es la mejor manera de avanzar".
ACNUR cree que la norma "restringe excesivamente el derecho a solicitar asilo, pone en peligro el derecho a la protección contra la devolución, aumenta significativamente la carga de la prueba para los solicitantes de asilo más allá de la norma legal internacional, restringe drásticamente los derechos y libertades básicos de quienes logran cumplirla y no está en línea con las obligaciones internacionales".
Según ACNUR, las personas han estado abandonando partes de América Central en números cada vez mayores en los últimos años por razones que van desde la privación económica extrema hasta la persecución. "Muchos de ellos huyen de la violencia horrorosa de bandas brutales y necesitan protección internacional", dice el organismo de la ONU, que llamó el mes pasado a los gobiernos de los países de las Américas a reunirse con urgencia para desarrollar e implementar de inmediato una respuesta regional coordinada al creciente número de personas que abandonan Centroamérica.
La organización defensora de derechos humanos Amnistía Internacional, dice que: "El gobierno de (Donald) Trump está tratando de cerrar una de las últimas formas legales y seguras para que las personas que huyen de la violencia busquen asilo en la frontera de los Estados Unidos. Esto hace caso omiso de las obligaciones de derechos humanos y la decencia humana".
Human Rights Campaign, el mayor grupo de defensa LGBTQ y organización de cabildeo político en Estados Unidos, dijo: "La Casa Blanca de Trump-Pence está tratando de prohibir a los solicitantes de asilo. Este reglamento propuesto es un intento transparente de cerrar nuestras puertas, por temor e ignorancia, a todas las personas que huyen de la violencia y la persecución. No podemos dejar que esto suceda".
Acuerdo regional
Bajo un acuerdo reciente con México, los países centroamericanos estaban considerando un pacto regional sobre el tema, pero no se ha decidido nada.
Se esperaba que Trump se reuniera en Washington con el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, pero la visita fue cancelada después que una corte constitucional guatemalteca frenara la iniciativa de convertir a la nación en "tercer país seguro". Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes, líderes religiosos y los grupos humanitarios han dicho que las políticas de la administración republicana equivalen a un esfuerzo cruel para mantener a los inmigrantes fuera del país.
Inmigrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador alegan que huyen de la pobreza y la violencia en estos países.
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El canciller de México, Marcelo Ebrard aseguró que las modificaciones a la ley de asilo anunciadas por Estados Unidos no afectan a los mexicanos ni alteran las políticas de asilo y refugio de México.
"México no coincide con medidas que limiten el acceso al asilo y refugio a aquellas personas que temen por su vida o seguridad en su país de origen por motivos de persecusión", dijo Ebrard, aclarando que el gobierno de su país "se mantendrá atento" a las implicaciones que esta decisión podría conllevar para los solicitantes de asilo de otros países que ingresen a los Estados Unidos por la frontera sur, o frontera norte de México.
Ebrard dijo que "en este sentido" su país va a prestar especial atención "a que se respete el principio de no devolución reconocido por el derecho internacional vigente". El canciller mexicano reiteró su respeto a los derechos humanos de todas las personas, así como sus compromisos internacionales en materia de asilo y refugio.