Se disputaba el encuentro entre Everton y Bolton Wanderers cuando el arquero del equipo local, el estadounidense Tim Howard, de forma impresionante despejó con su pierna derecha desde su propia área y clavó la pelota en la meta del equipo contrario.
El gol de arco a arco se produjo en el minuto 63 del tiempo corrido ante una multitud que aplaudió, sin que el arquero contrario, Adam Bogdan, pudiera hacer nada cuando vio pasar la esférica sobre su humanidad para luego clavarse en las redes.
Howard, dio el triunfo parcial al equipo de la ciudad de Liverpool, que minutos más tarde caería por marcador final de 2-1 ante el Bolton, equipo que vino desde abajo para remontar el marcador y obtener la victoria.
Pocas veces se dan situaciones como esta, pura casualidad, descuido o fortuna, al final los aficionados salen ganando. Fue un golazo fuera de serie y es sólo el cuarto que un guardameta convierte en la Premier League de Gran Bretaña, en una jugada de campo.