Una corte en California determinó que la policía no leyó correctamente sus “derechos” a Jerónimo Botello Rosales, por lo que anuló todos los cargos que pesaban en su contra.
Los detectives que interrogaron a Jerónimo Botello Rosales, acusado de plantar marihuana, fueron incapaces de transmitirle "de forma razonable" en español la esencia de la Advertencia Miranda.
El conjunto de derechos que los policías recitan a los detenidos deben ser claras y entendibles, aunque sea en español, determinó la Corte Federal de Apelaciones en Oregon, California.
El agente Salas, encargado de cuestionar a Botello, no logró explicarle correctamente que tenía derecho a un abogado de oficio de forma gratuita, sino podía pagar por uno.
"Esta advertencia falla a la hora de transmitir razonablemente la obligación del Gobierno de asignar un abogado a un sospechoso con pocos recursos que desea consultar con uno", se lee en la sentencia del tribunal.
Al parecer, el oficial confundió el termino en inglés “free” para referirse a “gratis”, con la traducción literal “libre”, lo que llevó a Rosales a una mala interpretación de su derecho a tener un abogado gratis, a pesar de no estar “libre” para buscar uno.
La Corte dedujo que la mala traducción dejó desamparado ante la Ley a Rosales, por lo que anuló su condena.
El conjunto de derechos que los policías recitan a los detenidos deben ser claras y entendibles, aunque sea en español, determinó la Corte Federal de Apelaciones en Oregon, California.
El agente Salas, encargado de cuestionar a Botello, no logró explicarle correctamente que tenía derecho a un abogado de oficio de forma gratuita, sino podía pagar por uno.
"Esta advertencia falla a la hora de transmitir razonablemente la obligación del Gobierno de asignar un abogado a un sospechoso con pocos recursos que desea consultar con uno", se lee en la sentencia del tribunal.
Al parecer, el oficial confundió el termino en inglés “free” para referirse a “gratis”, con la traducción literal “libre”, lo que llevó a Rosales a una mala interpretación de su derecho a tener un abogado gratis, a pesar de no estar “libre” para buscar uno.
La Corte dedujo que la mala traducción dejó desamparado ante la Ley a Rosales, por lo que anuló su condena.