Un poderoso sistema de tormentas dejó una senda de destrucción en partes del centro y sur de Estados Unidos y causó la muerte de 12 personas.
El sistema provocó una serie de tornados, uno de los cuales azotó la pequeña población de Harrisburg, en Illinois, donde seis personas murieron y otras 100 quedaron heridas.
Las autoridades dicen que unas 250 a 300 viviendas fueron dañadas o destruidas. Según las estimaciones de las autoridades al repasar los daños, los vientos con rachas de 200 kilómetros por hora, destruyeron un tercio del poblado de Harrisbugh.
Los tornados causaron la muerte de otras tres personas en Missouri y provocaron grandes daños en la población turística de Branson, donde 37 personas resultaron heridas y varios teatros y hoteles fueron dañados cuando está por empezar la temporada de visitantes.
Branson es reconocida por ser uno de los principales centros de la industria de la música country y varios de sus legendarios teatros resultaron afectados.
En el suroriental estado de Tennessee otras tres personas murieron a causa de las fuertes tormentas.