Las autoridades canadienses aseguran que se ha llegado a un punto de quiebre en el combate al incendio forestal que ha destruido una gran área de la provincia de Alberta.
Las temperaturas más frescas y una lluvia ligera ayudaron a los bomberos en sus esfuerzos por controlar el fuego, pero el incendio continúa en los bosques cercanos y el peligro de que regrese en dirección a la ciudad todavía es grande.
Casi 90.000 personas, la totalidad de la población,evacuaron la ciudad de Fort McMurray desde que comenzó el incendio.
Las llamas no han alcanzado ninguna de las instalaciones importantes de procesamiento de petróleo, las cuales permanecen cerradas.
Los precios mundiales del crudo han subido debido a las preocupaciones sobre el incendio.
Alberta tiene las terceras más grandes reservas petroleras, después de Arabia Saudita y Venezuela.