Los precios al consumidor en Estados Unidos registraron en junio su menor incremento anual en más de dos años, una muestra de que la inflación sigue bajando, pero probablemente no lo bastante como para disuadir a la Reserva Federal de volver a subir las tasas de interés a finales de este mes.
La cifra de inflación reportada el miércoles por el gobierno reflejó una tasa interanual de 3 % en junio, una apreciable disminución del 4 % registrado en mayo, pero aún por encima del umbral de la Fed de un 2 %.
En los últimos 12 meses, los precios de la gasolina han bajado, los costos de los alimentos han desacelerado y los autos usados ya son menos costosos.
Según el informe del Departamento del Trabajo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0,2 % el mes pasado, tras un 0,1 % en mayo, impulsado por algunas de precios de la gasolina y los alquileres.
Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el IPC subiera un 0,3 % el mes pasado y un 3,1 % en tasa interanual.
Los precios al consumidor anuales han retrocedido bruscamente desde el máximo del 9,1 % alcanzado en junio de 2022, que fue el mayor aumento desde noviembre de 1981. No obstante, la inflación continúa por encima del 2 % y el mercado laboral sigue ajustado.
También lea Crecimiento de empleo desacelera en junio en EEUU, pero se mantiene fuerteEl banco central estadounidense no subió los tipos en junio. La Fed ha subido su tasa de interés oficial en 500 puntos básicos desde marzo de 2022, cuando se embarcó en su campaña de endurecimiento de la política monetaria más rápida en más de 40 años.
La mejora del entorno inflacionista se vio subrayada por una moderación del ritmo de aumento de los precios subyacentes.
Una desaceleración sostenida de la inflación sería un alivio para los hogares estadounidenses. La inflación se disparó cuando los consumidores aprovecharon tres rondas de estímulos por la pandemia para comprar artículos como bicicletas de ejercicios, escritorios y muebles de patio.
El salto en la demanda superó con creces la capacidad de la cadena de suministro, impulsando la inflación.
Muchos economistas sugirieron que el paquete de estímulos del presidente Joe Biden en marzo de 2021 intensificó las presiones inflacionarias, pero al mismo tiempo, la inflación se disparó también en el exterior, incluso en países donde los estímulos fueron mucho menores.
La invasión de Rusia a Ucrania también hizo aumentar los precios de la energía y los alimentos en todo el mundo.
[Con información de The Associated Press y Reuters]
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