¿Por qué los inmigrantes son más optimistas que los nacidos en Estados Unidos?

  • Dora Mekouar

Rita Guevara de Filipinas, en el centro, toma una fotografía con su familia después de una ceremonia de naturalización, el 15 de septiembre de 2023, en Miami, Florida. [AP/Marta Lavandier]

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A pesar de las dificultades que puedan enfrentar, los inmigrantes en Estados Unidos son más optimistas que los estadounidenses nacidos en el país, según una nueva encuesta realizada a 3.358 adultos inmigrantes.

“Ellos dijeron: 'Sabes, enfrento desafíos aquí en Estados Unidos, pero es mucho mejor que en el lugar de donde vengo. Y tengo la convicción de que las cosas serán mejores para mis hijos’”, dice Shannon Schumacher, analista principal de encuestas en KFF, una organización sin fines de lucro centrada en políticas de salud, anteriormente conocida como Kaiser Family Foundation.

"Ya sea su educación, su seguridad, sus oportunidades económicas, en una serie de medidas, piensan que ellos y sus hijos están mejor", agregó.

La encuesta, una asociación entre KFF y el periódico Los Angeles Times, se realizó entre el 10 de abril y el 12 de junio de 2023. Los encuestados completaron encuestas por teléfono, correo y en línea. Las preguntas podrían responderse en cualquiera de los 10 idiomas más hablados en EEUU, incluidos inglés, español, chino, coreano, vietnamita, portugués, creole haitiano, árabe, francés y tagalo.

El resultado es la pesquisa más completa sobre inmigrantes en Estados Unidos en la actualidad, según Schumacher.

Edison Suasnavas, inmigrante de Ecuador, es investigador del cáncer y el coronavirus. Aquí posa para una fotografía cerca de su casa en Saratoga Springs, Utah, el 11 de junio de 2020.

"La encuesta realmente puede ayudar a informar más al público sobre los inmigrantes y realmente poner sus voces en primer plano", afirmó. “A medida que estos debates giran en torno a ellos, en realidad no escuchamos a menudo sobre los inmigrantes en sus propias voces”.

Los inmigrantes representan el 16 % de los adultos en EEUU. Vienen de diferentes países y tienen diferentes estatus migratorios y socioeconómicos. Su creencia en un futuro mejor surge a pesar de las dificultades que algunos de ellos pueden enfrentar en el trabajo y en el sistema de atención médica.

La mayoría de los inmigrantes encuestados tienen empleo y aproximadamente la mitad dice haber experimentado discriminación en el lugar de trabajo. Tres de cada 10 dicen que les han pagado menos por hacer el mismo trabajo, o que han tenido menos oportunidades de ascensos o aumentos, en comparación con sus colegas nacidos en Estados Unidos.

La atención médica puede ser otra lucha. Uno de cada cinco inmigrantes se saltó o pospuso la atención médica durante el año pasado, a menudo por falta de fondos o seguro médico. Y una vez que acuden a un profesional médico, la experiencia no siempre es positiva.

Karen Malavé, izquierda, inmigrante venezolana, y sus hijas, en una comisaría de policía de Chicago, el 1 de mayo de 2023.

"Aproximadamente uno de cada cuatro inmigrantes dice que ha sido tratado injustamente en un entorno de atención médica, como que lo han tratado con desprecio o falta de respeto", dijo Schumacher, "o que un proveedor de atención médica no le ha explicado las cosas de una manera que ellos pudieran entender. O bien para aquellos que tienen un dominio limitado del inglés y no tienen acceso a intérpretes”, explicó.

La encuesta encontró que los inmigrantes negros e hispanos enfrentan la mayor discriminación.

Los investigadores trabajaron con grupos de interés dentro de las diferentes comunidades de inmigrantes para llegar a participantes potenciales. Intentar encuestar a los inmigrantes trajo consigo su propio conjunto de desafíos. Por ejemplo, la palabra “discriminación” no siempre encuentra una traducción [precisa] en diferentes culturas e idiomas.

"La gente no está segura de lo que eso significa", dice Schumacher. "Y también tienden a usar palabras diferentes, o dicen algo que tal vez nosotros, como investigadores, diríamos: 'Oh, eso es discriminación', pero lo llaman acoso o que alguien simplemente es malo".

Para enfrentar una posible falta de comunicación, los investigadores hicieron preguntas directas para obtener experiencias que ellos mismos definen como discriminación, incluso si los participantes no la llaman así. Por ejemplo, "¿Alguna vez no le han pagado por todas las horas que trabajó?" “¿Ha sido acosado, amenazado o le han dicho que regrese a su país?”

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