La orden se debió a raíz de que el estado de Ohio informó el 20 de abril que estaba aumentando la cantidad de sedante y analgésico utilizado en su inyección letal.
El fallo de Frost postergará varias ejecuciones programadas de julio a noviembre.
El estado decidió aumentar la dosis tras la polémica ejecución de Dennis McGuire en enero, en la que el reo tardó 26 minutos en morir después de haber sido suministrada la inyección letal.
A pesar de que el estado afirma que McGuire no sufrió al morir, los abogados de su familia alegan que sí tuvo una muerte “agonizante” al recibir una inyección que contenía una combinación de medicamentos nunca antes probados en los EE.UU.
A raíz de que muchas compañías farmacéuticas se han opuesto a vender medicamentos que sean utilizados para ejecuciones en Estados Unidos, estados como Ohio, Florida y Arkansas han adquirido nuevos suministros de drogas letales, cuyos componentes aún no han sido regulados.