Historiadores y activistas de derechos humanos se mostraron escandalizados por un fallo de la Corte Suprema de Rusia de cerrar Memorial International, una organización que narra abusos históricos de la ex Unión Soviética e identifica a víctimas de las purgas del ex líder soviético Josef Stalin.
El grupo de derechos humanos Memorial Internacional, que durante mucho tiempo ha provocado la ira de los funcionarios rusos, fue declarado este martes culpable de violar una ley que exige que las organizaciones no gubernamentales y otros grupos se registren como agentes extranjeros si reciben donaciones extranjeras.
Los críticos del Kremlin dijeron que la organización fue atacada por razones políticas.
La sentencia de la Corte Suprema de Justicia rusa obliga a Memorial Internacional a cerrar.
La organización hermana de Memorial International, el Memorial Human Rights Center, que hace campaña en favor de los presos políticos en Rusia, también se encuentra bajo amenaza legal. Los fiscales en Moscú pedirán este miércoles su cierre en base a acusaciones de que ha estado justificando el terrorismo y tolerando el extremismo en sus publicaciones.
"La persecución del Memorial Internacional y el Centro Memorial de Derechos Humanos es una afrenta a sus nobles misiones y a la causa de los derechos humanos en todas partes", dijo el martes por la noche el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en un comunicado.
"El pueblo de Rusia y la memoria de los millones que sufrieron la represión de la era soviética merecen algo mejor", acotó el jefe de la diplomacia estadounidense.
También lea Biden afirma haberle advertido a Putin sobre consecuencias de ataques cibernéticosBlinken expresó además la solidaridad de Estados Unidos con aquellos en Rusia que han sido atacados por ejercer los derechos de "expresión, asociación y reunión pacífica".
El director del Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau, Piotr Cywiński, tuiteó el martes que "un poder que le teme a la memoria nunca podrá alcanzar la madurez democrática".
Otros historiadores dijeron en las redes sociales que el fallo del Supremo ruso fue la tapa al pomo a un año de represión contra los críticos del Kremlin que no se habían visto desde la época soviética.
En una declaración conjunta, la rama alemana de Amnistía Internacional, la Fundación Heinrich Böll y la Fundación Memoriales de Buchenwald y Mittelbau-Dora condenaron el fallo y dijeron que el gobierno ruso "quiere monopolizar la memoria individual y colectiva".
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Memorial International ha hecho una crónica de los horrores de la era comunista desde que fue cofundada en 1987 por el premio Nobel de la Paz y disidente soviético Andréi Sájarov, cuatro años antes del fin de la Unión Soviética.
Los historiadores de Memorial Internacional localizaron lugares de ejecución y fosas comunes del "Gran terror" de Stalin, también conocido como la "Gran purga", y trataron de identificar a tantas víctimas como fuera posible.
Varios historiadores asociados con Memorial International han sido encarcelados en los últimos años, incluido el cronista Gulag de Carelia Yury Dmitriyev, quien esta semana fue sentenciado a 15 años en una colonia penal por presuntamente abusar de su hija adoptiva.
Otros historiadores dicen que la acusación contra Dmitriyev fue inventada y formulada para silenciarlo. Otros dos cronistas del Gulag también han sido encarcelados por cargos relacionados con el sexo.
Memoria histórica
Las autoridades del Kremlin han acusado repetidamente a Memorial International de distorsionar la historia. Antes del fallo del martes, el fiscal estatal Alexei Zhafyarov dijo que "es obvio que el Memorial crea una imagen falsa de la URSS como un estado terrorista".
Zhafyarov afirmó que las extensas listas de víctimas de la represión estalinista compiladas por la organización también incluían "delincuentes nazis con sangre de ciudadanos soviéticos en sus manos".
La imagen de Stalin se ha rehabilitado lentamente desde que Vladimir Putin llegó al poder a fines de la década de 1990, incluyendo la construcción de nuevas estatuas y monumentos conmemorativos.
También lea EE. UU. y la UE insisten sobre consecuencias de ataque ruso a UcraniaLos historiadores de la memoria dicen que están en la primera línea de una batalla sobre la historia y la crónica del pasado comunista.
"El acto mismo de recordar está mal visto”, dijo a la Voz de América el historiador afincado en San Petersburgo Anatoly Razumov en una entrevista reciente.
El académico afirma que los funcionarios de Putin ven la conmemoración como antipatriótica, un acto realizado por quintos columnistas (grupos clandestinos) que benefician a los enemigos occidentales.
Razumov dijo que investigar el Gran terror siempre ha sido difícil, incluso durante los años del deshielo (el período posterior a la muerte de Stalin en 1953) de Mikhail Gorbachev y Boris Yeltsin, el predecesor de Putin.
El año 1997 marcó el comienzo del fin del deshielo en lo que respecta a la historia del Gran terror. En un decreto presidencial, Yeltsin declaró 1997 como el Año de la Reconciliación.
“Después de 1997, se suponía que el tema no tendría interferencia, en lo que respecta a las autoridades, se consideraba que el tema estaba agotado”, dijo Razumov.
También lea Opositor ruso encarcelado Alexey Navalny gana el Premio SajarovLos historiadores de la memoria histórica sostienen que los académicos respaldados por el Kremlin se han esforzado en agregar detalles a la historia de los horrores que sufrió Rusia durante la Segunda Guerra Mundial a manos de los nazis alemanes.
El año pasado, fiscales rusos convocaron a veteranos sobrevivientes del Ejército Rojo para recordar sus experiencias en el campo de batalla y ayudar a identificar nazis y sus colaboradores que llevaron a cabo atrocidades de guerra en la Unión Soviética. Algunos observadores relacionaron la investigación fiscal con el renovado interés de Putin por la memoria histórica.
Putin, ex agente de la KGB, se ha quejado de que políticos e historiadores occidentales han minimizado el papel de la Unión Soviética durante la guerra con fines propagandísticos. También ha afirmado que occidente pasa por alto los sacrificios soviéticos y, en cambio, se centra en eventos como el desembarco de Normandía en 1944.
También lea Grupo de 18 países condena "intenso acoso" de Rusia a medios y periodistasAlgunos historiadores occidentales coinciden con la afirmación de Putin de que el sacrificio soviético en vidas y tesoros fue mayor que el de los aliados occidentales. Pero cuestionan la rígida selectividad de Putin.
Timothy Snyder, historiador de la Universidad de Yale y autor de "El camino hacia la falta de libertad", dijo que Putin toma "ciertos puntos del pasado para retratarlos como momentos de rectitud", mientras que todo lo que hay entre esos momentos, se descarta.
El año pasado, Putin etiquetó a quienes no están de acuerdo con la versión de la historia del Kremlin como "colaboradores" occidentales. El Comité de Investigación de Rusia ha establecido un departamento para investigar "falsificaciones de la historia" que los defensores de los derechos y los historiadores temen que se utilicen para reprimir aún más la investigación libre.
La relatora especial de las Naciones Unidas Mary Lawlor advirtió el mes pasado que cualquier disolución del Memorial sería "un nuevo mínimo para los defensores de los derechos humanos en Rusia", cuya "crítica a los abusos históricos y contemporáneos de los derechos humanos los ha convertido durante muchos años en el objetivo de un gobierno que está siempre disminuyendo para el debate público".
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