Ante el anuncio de una nueva ronda de deportaciones con el objetivo de expulsar a madres y menores recién llegados que huyen de la violencia en Centroamérica, los legisladores estadounidenses reaccionaron y pidieron al gobierno enfocarse en los criminales y no en las familias.
A través de un comunicado conjunto, los demócratas en la Cámara de Representantes remarcaron que de ser cierto el informe publicado por la agencia de noticias Reuters, las acciones del gobierno no solo serían “hipócritas” sino también “crueles”.
Los representantes demócratas indicaron que han solicitado más información a la Casa Blanca y al Departamento de Seguridad Nacional, pero todavía no han obtenido respuesta sobre el supuesto plan.
La nueva ola de deportaciones tiene como objetivo mujeres y niños que tienen una orden de deportación y jóvenes que ingresaron sin compañía adulta de manera irregular a EE.UU y cumplieron 18 años de edad.
“Nuestros vecinos del Triángulo del Norte, que incluye El Salvador, Honduras y Guatemala están en una crisis incontrolable de violencia. Mujeres y niños de esos países están viniendo por la frontera sur en busca de refugio", afirman los legisladores.
"Esencialmente, nadie viene de Nicaragua, Belize o cualquier otro país de la región, lo que demuestra que vienen huyendo de la violencia y no son la causa del aumento de los niveles de migración indocumentada como señala EE.UU.”, se lee en el comunicado de los miembros demócratas de la Cámara de Representantes.
Los legisladores también consideran que las personas que son objetivos de las redadas son inmigrantes que no han tenido un adecuado acceso a un abogado que los defienda ni a un debido proceso frente a un juez de inmigración.
El comunicado conjunto está firmado por los legisladores Lucille Roybal-Allard (D-CA), Zoe Lofgren (D-CA) y Luis V. Gutiérrez (D-IL), pero representan a casi todos los 146 demócratas que firmaron una carta de oposición a las redadas dirigida al presidente Barack Obama, el pasado mes de enero, cuando se realizó la primera ronda de detenciones.
De igual manera, el senador demócrata, Bob Menéndez coincidió en que deportar a familias que huyen de la violencia no es la mejor manera de responder a esta crisis humanitaria.
"Como he dicho antes, el tratar de enviar un mensaje de disuasión mediante la deportación a la fuerza de personas que pueden tener un caso válido de refugio y protección no sólo es poco aconsejable, es verdaderamente perturbador y anti-americano", expresó el senador Menéndez.