Ataque de Bengasi repercute en la CIA

Un salafista del grupo Ansar al-Sharia revisa una camioneta a la entrada de un hospital en Bengasi.

Entre los estadounidenses evacuados de Libia tras el ataque al consulado en Bengasi figuran una docena de agentes y contratistas de la agencia de inteligencia.
El ataque al consulado estadounidense en Bengasi en el que murieron el embajador Chris Stevens y otros tres diplomáticos de EE.UU. constituye un duro revés para las labores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Libia.

Entre los estadounidenses evacuados del país como consecuencia del ataque figuran una docena de agentes y contratistas de la CIA, cuya actividad era crucial para vigilar y recopilar información sobre los diferentes grupos armados que operan en Libia.

Una de las organizaciones terroristas en la mira es la milicia salafista Ansar al-Sharia, a cuyos miembros se culpa del ataque, y otra es el brazo terrorista de al Qaeda en la zona del Magreb, en el norte de África.

Un funcionario estadounidense que pidió al New York Times no ser identificado señaló que se trata de “una pérdida catastrófica" en términos de inteligencia.

Tras la caída del régimen de Moamar Gadhafi varios grupos de islamistas armados operan en Libia, y durante el fin de semana miles de libios se lanzaron a las calles de Bengasi para pedir al gobierno que los desarme.

Los agentes de la CIA evacuados seguían además la pista a innumerables lanzacohetes portátiles que desaparecieron de los arsenales de las fuerzas de Gadhafi.

También colaboraban en los esfuerzos para mantener seguras las armas químicas que hay en el país, además de ayudar al nuevo servicio de inteligencia libio.